Después de que el PP emitiese el martes un contundente comunicado contra los jueces que enjuicia el caso Gürtel, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que su citación para testificar en el juicio a la trama Gürtel es «un acto de pura normalidad». El partido ha cambiado de estrategia y ha decidido rebajar el tono. «Llevo mucho tiempo diciendo que cumplir la ley y hacer caso de las resoluciones de los tribunales es obligado para todos, y en mi caso también. Iré encantado a responder a lo que tengan a bien preguntar y aclarar lo que quieran aclarar», manifestó en una breve comparecencia ante los periodistas en la que esquivó pronunciarse sobre la detención de Ignacio González.