No tenía muchas ganas de hablar ayer Mariano Rajoy. Poco amante de las sorpresas, las preguntas de la prensa no le gustan y esta vez volvió a quedar claro. El presidente del Gobierno acudió a un coloquio organizado por Abc y Deloitte en el Casino de Madrid. Primero pronunció un discurso introductorio y después respondió a varias cuestiones de los periodistas presentes que escogió y planteó a su manera un moderador.

Empezó con preguntas sobre el mundo que nos espera con Donald Trump. Rajoy mostró que no quiere incomodar a la nueva Administración y solo se atrevió a decir que le gustaría seguir negociando el Tratado de Libre Comercio (TTIP). Después el presentador pasó a José María Aznar. El nivel de incomodidad del presidente ya fue máximo. Rajoy perdió el hilo de la conversación, se trabó y respondió que él no va a los sitios a «comentar» las opiniones de los otros. «Gracias por no insistir en el tema», añadió intentando que saliera una retranca que parecía haberle abandonado. Y finalmente llegó el desafío soberanista. Ese del que, según Rajoy, «por desgracia», tiene que seguir hablando.

El líder del PP pidió al presidente catalán, Carles Puigdemont, que abandone a sus socios de la CUP. «Me atrevería a decir que a algunos responsables políticos de Cataluña les iría mucho mejor si buscaran esa mano tendida en vez de seguir abrazados a la radicalidad y maniatados por el extremismo», declaró en referencia a los anticapitalistas.

El presidente insistió en que no piensa dar «un solo paso» que menoscabe «la igualdad» de los españoles y recordó que hay mecanismos para cambiar la Constitución. ¿El Gobierno ha intentado boicotear la presencia del presidente catalán en Bruselas?, se le planteó. «Puigdemont ha ido a una sala del Parlamento europeo, tiene todo el derecho a ir (...) Le han dado el trato que se merecía», afirmó, cuando todavía faltaban tres horas para que empezara el acto en la capital belga.

OPTIMISTA / En su intervención inicial, Rajoy intentó mostrarse optimista después del «sarampión político» que pasó España en el 2016 al estar sin Gobierno y alabó la paciencia de los españoles. El jefe del Ejecutivo celebró los primeros acuerdos alcanzados con la oposición (techo de gasto, salario mínimo, ley de autónomos...) y dijo que espera que se mantenga esa tónica en una legislatura que desea larga. Respecto a los Presupuestos, primer obstáculo en el camino, aseguró que las conversaciones con Coalición Canaria y Ciudadanos están «avanzadas». «Y hablaré con el PSOE y el PNV para intentar aprobarlos», añadió.