El Gobierno adelantó ayer el relevo, «a petición propia», de Federico Trillo como embajador de España en Londres, una decisión insuficiente para la oposición y los familiares de las víctimas del accidente del Yak-42, que reclaman que pida perdón. El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros afirmó que el relevo de Trillo ya estaba previsto y agregó sobre su gestión del accidente aéreo y la petición de perdón que «cada uno es responsable de sus actos y Trillo es responsable de los suyos».

Trillo comunicó el jueves por la tarde al ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, su petición de relevo, una semana después de que la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, asumiera el informe del Consejo de Estado sobre las responsabilidades en el accidente del Yak-42 cuando Trillo ocupaba esa cartera como ministro.

Sobre el destino profesional de Trillo, Méndez de Vigo señaló que el Ejecutivo no tiene nada que decir y que en cualquier caso será el Consejo de Estado el que tenga que pronunciarse. «Entra dentro de la independencia y la voluntad de cada cual». Antes de que el Gobierno acordara el relevo de Trillo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que la «indignación» social por el caso del Yak-42 obligó a Trillo a «recular» y anunciar que deja la embajada en Londres, gesto que ve «insuficiente» porque el Gobierno tiene que «pedir perdón».

Para el líder de C’s, Albert Rivera, la dimisión de Trillo como embajador en Londres «no es tal», «llega tarde y mal» y «sin pedir perdón». La asociación de familiares de víctimas del Yak-42 ha exigido que la marcha de Trillo no sea porque «acaba su mandato» sino porque se le ha «hecho dimitir».