El mensaje de fin de año del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no dejó dudas sobre sus aspiraciones soberanistas y apostó por que el 2017 verá «el referéndum legal y vinculante». «Legal porque se convocará de acuerdo al mandato de las leyes» - dijo puigdemont- «Y vinculante, porque el resultado será el que el Gobierno catalán y el Parlamento apliquen sin dilaciones ni excusas», afirmó tajante. También tuvo una respuesta implícita al Gobierno de Mariano Rajoy y su llamada ‘operación diálogo’. «No hemos recibido respuesta de nuestra mano tendida al Gobierno para pactar la consulta vinculante», dijo el presidente de la Generalitat, ajeno (por la simultaneidad) a lo que Mariano Rajoy explicaba en su rueda de prensa. Con todo, Puigdemont seguirá «con la mano tendida siempre, pero desde la fidelidad a los principios» de JxSí y la CUP. En resumen: se puede negociar el cuando y el cómo, pero queda claro que el qué (si hay o no referéndum), no.

Sin resolver dudas sobre su futuro pero presentando su gestión como aval frente a las políticas del PP. En clave nacional, el discurso de fin de año de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no olvidó tampoco el desafío soberanista. «Tenemos la fuerza y debemos tener la voluntad» dijo, para fortalecer «la unidad y armonía entre todos». Una unidad que es «compatible con la diversidad -dijo-, nuestra gran riqueza, y que nos permite construir un país más atractivo en derechos, libertades y oportunidades».

El president de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer que el 2016 ha empezado a ser «el principio del fin de la invisibilidad de los valencianos», y reclamó que el 2017 sea «el principio del fin de la discriminación» de la Comunitat Valenciana.

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, deseó que el 2017 sirva para reafirmar el compromiso «con una cultura de paz y convivencia».