ADIÓS A UN ICONO ANTIFASCISTA

Muere el preso del franquismo que más años pasó en la cárcel

El militante comunista y poeta Marcos Ana estuvo 23 años en prisión

Muere el preso del franquismo que más años pasó en la cárcel

Muere el preso del franquismo que más años pasó en la cárcel

REDACCIÓN

Fernando Macarro Castillo, más conocido como Marcos Ana, el preso del franquismo que más años pasó en la cárcel, falleció ayer a los 96 años. Estuvo 23 años entre rejas. «Los presos políticos fuimos los primeros en aceptar la política de reconciliación nacional, pero una cosa es la amnistía, que era necesaria, y otra la amnesia», decía el poeta comunista, que con su seudónimo literario homenajeó a sus padres, Marcos Macarro y Ana Castilla.

Empezó a escribir poemas en prisión. Consiguió sacar clandestinamente sus escritos. Cuando alguien le preguntaba qué es el hambre, su respuesta era: «El hambre es algo espantoso que hace que te metas de todo en la boca, desde agua hervida con cinturones para que sepa a algo hasta la hierba que crece entre las baldosas y la corteza de los árboles». Ayer por la mañana había ingresado con pronóstico grave en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.

SALMANTINO / De origen humilde, nació en el pueblo salmantino de San Vicente de Alconada, aunque creció en la localidad vecina de Ventosa del Río Almar, donde, con solo quince años, vivió el estallido de la guerra civil. Con apenas dieciséis se afilió a las Juventudes Socialistas, que poco antes de la guerra civil se convertirían en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), bajo la órbita comunista

Tras recoger el cadáver de su padre entre los escombros de su casa destruida, se alistó en el bando republicano y cuando acabó la contienda fue capturado en Alicante. El joven fue entonces conducido a un campo de concentración. Aunque logró evadirse y ocultarse en Madrid, a los pocos días fue detenido y comenzó un periplo por las prisiones españolas que finalizó en el penal de Burgos, donde pasó 15 años. Cuando recuperó la libertad, en 1961, se exilió a Francia y emprendió una campaña internacional contra la represión política en España y en el mundo. Una actividad que le llevó a viajar especialmente por Europa y América, conociendo así a Pablo Neruda o Salvador Allende, dos de sus grandes amigos, así como a Rafael Alberti y a Miguel Hernández.

En Francia fundó el Centro de Información y Solidaridad con España, presidido por Picasso. Su regreso a su país llegó en 1976. En el 2007, publicó el libro Decidme cómo es un árbol, en el que repasó su vida, incluida su lucha en América Latina por los derechos de los más desfavorecidos. El Gobierno le concedió las medallas de oro al Mérito de Trabajo (2009) y al Mérito de Bellas Artes (2011). El año pasado firmó su última obra, Vale la pena luchar, donde alentaba a los jóvenes a seguir luchando por un mundo mas justo y comulgó con el 15-M.

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