El Parlamento catalán, con los votos de Junts pel Sí (JxSí) y la CUP, aprobaron ayer las conclusiones del proceso constituyente, que abren la puerta a una declaración unilateral de independencia, desoyendo el aviso del Tribunal Constitucional (TC). Poco después de que el Parlamento aprobara las conclusiones, la comisión general de secretarios de Estado y de subsecretarios celebró una reunión en la que estudió elevar al Consejo de Ministros de mañana un acuerdo para autorizar a la Abogacía del Estado a presentar ante el TC un incidente de ejecución.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, calificó de «paso contumaz y grave» la votación del Parlamento catalán y garantizó que el Ejecutivo «no dejará pasar ni una», mientras que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió a JxSí y la CUP de que «en democracia no hay legalidad selectiva».

Tras uno de los debates más broncos desde el inicio de la legislatura, con un intenso fuego cruzado entre las fuerzas independentistas y los grupos de la oposición, los 72 votos de JxSí y la CUP bastaron para aprobar unas conclusiones ante las que la confluencia de izquierdas Catalunya Sí que es Pot votó en contra, el PSC evitó participar en la votación y los diputados de Ciudadanos y el PPC abandonaron el hemiciclo.

«ASAMBLEA CONSTITUYENTE» / Antes de la votación, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, preguntó a JxSí y la CUP si eran «conscientes» del auto del TC que llamaba a no elevar al pleno las conclusiones. En concreto, el texto aprobado habla de «completar la desconexión con la legalidad del Estado español» a través de las leyes de desconexión que impulsan JxSí y la CUP y de «un mecanismo unilateral de ejercicio democrático que servirá para activar» una «asamblea constituyente», que dispondrá de «plenos poderes» y cuyas decisiones no serán susceptibles de «control, suspensión o impugnación» por parte de «ningún otro poder, juzgado o tribunal».

«De lo que somos conscientes es del mandato democrático del 27 de septiembre», contestó a Forcadell el presidente del grupo de JxSí, Jordi Turull, que invocó el artículo 57.1 del Estatuto, que establece que los diputados del Parlamento «son inviolables por los votos y las opiniones que emitan en el ejercicio de su cargo».

«Nosotros, por la independencia, no tenemos miedo», proclamó a su vez la portavoz parlamentaria de la CUP, Anna Gabriel. La portavoz parlamentaria de JxSí, Marta Rovira, preconizó un debate constituyente de base ciudadana, participativo, consensuado, no subordinado y «unilateral».Más explícita aún fue la diputada de la CUP Gabriela Serra, que defendió que el resultado de las elecciones del 27 de septiembre avala al Parlamento para practicar la «desobediencia».

La aprobación de las conclusiones allana, de hecho, el camino para que la CUP acabe apoyando a Carles Puigdemont en la cuestión de confianza a la que se someterá el presidente de la Generalitat, según anunció ayer, el 28 de septiembre.

LA OPOSICIÓN / No fue el único gesto de complicidad entre JxSí y la CUP en el pleno, ya que otro de los asuntos en los que hicieron piña es en dar luz verde a la tramitación de una Agencia Catalana de Protección Social, embrión de una futura Seguridad Social catalana.

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, denunció una «flagrante vulneración» de la ley, en lo que calificó de «auténtico golpe a la democracia» protagonizado por Junts pel Sí y CUP, que a su juicio están «desconectados de la realidad».

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acusó a JxSí y la CUP de buscar el «enfrentamiento directo» entre el Parlamento y el TC al aprobar unas conclusiones sobre el proceso constituyente que a su juicio «derogan de facto» el Estatuto.

El portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, afirmó que las conclusiones «son un engaño» y puso en duda la voluntad de desobediencia de JxSí tras recordar los múltiples recursos de la Generalitat ante el TC.

El líder del PP, Xavier García Albiol, avisó a los grupos independentistas de que «no les va a salir gratis» el «acto antidemocrático» y el «golpe contra el TC» que implica a su juicio las medidas unilaterales a la secesión votadas en el pleno.

Después de que la oposición recriminara a Forcadell, la presidenta de la Cámara recalcó que «el Parlamento es soberano» para tomar esta decisión.

En su cuenta de Twitter, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, garantizó ayer «firmeza y proporcionalidad» por parte del Ejecutivo para que la ley se cumpla en Cataluña. H