Una vez que hizo una valoración pública de su reunión con Pablo Iglesias, el socialista Pedro Sánchez cogió el teléfono y se puso encontacto con sus ‘barones’. Según fuentes socialistas, quiso explicarles personalmente los asuntos que se habían tratado en el encuentro y esos “cambios” que percibidos en el líder de Podemos, que además de renunciar a una vicepresidencia que él mismo venía reclamando, aceptó sentarse a negociar con Ciudadanos. Es probable que también ahondara en su decisión devolver a someter a criterio de la militancia y del partido cualquier nuevo acuerdo que se pudiera alcanzar próximamente.

El gesto puede servir para que el tema llegue digerido al comité federal del sábado, en principio dedicado a modificar el calendario del próximo congreso del PSOE, que se retrasará hasta que haya un gobierno definitivo en España. También para calmar (al menos de momento) a algunos líderes territoriales socialistas reticentes a un acercamiento explícito a Iglesias en la recta final -por aquello de los plazos- de las negociaciones para una investidura. Aunque se aborden de la mano de Albert Rivera.Precisamente una de las más reticentes a tender la mano a los podemistas, Susana Díaz, salió este jueves a la palestra en tono conciliador con Sánchez. Los ataques los reservó para el jefe de los ‘morados’. Tras admitir a los periodistas que había recibido llamada de su jefe de filas, dijo que su interés es que España salga de la “interinidad” en la que se encuentra. “Yo trasladé mi disposición a ayudar, mi colaboración y ayuda. Los que están negociando saben cómo dirigir en los próximos días las negociaciones”, apuntó.

Sobre Iglesias, la presidenta andaluza aseveró que había mostrado su faceta “de artista” en la reunión con Sánchez al “renunciar a lo que tiene”, la vicepresidencia de un hipotético gobierno. “Ha mostrado distintas facetas en todo este tiempo y nos hemos encontrado con la de artista, porque es de artista renunciar a lo que no se tiene”, ironizó la política andaluza. El secretario general de Podemos se tomó con filosofía las críticas de Díaz, a quien dijo respetar, pero de quien subrayó en La Sexta que está centrada enmoverle la silla a Pedro Sánchez en cuanto pueda.

LA VICEPRESIDENCIA Y LA CRISIS CON ERREJÓN

Sobre el contexto en el que adoptó esa decisión -‘artística’ o no- de abandonar la idea de ser vicepresidente habló este miércoles Pablo Iglesias, dando algunos detalles que vuelven a dejar en evidencia, por cierto, que sus relaciones con Iñigo Errejón no pasan por el mejor momento. Tras haber anunciado que a partir de ahora se coloca al frente del eqipo negociador de Podemos, relegando a Errejón (quien era su máximo responsable), el líder de los ‘morados’ confesó que su decisión de ceder la vicepresidencia se la comunicó primero a su jefa de gabinete, Irene Montero, y a los asesores del área de análisis. Después, ya en segunda ronda, a otros dirigentes entre los que estaba su portavoz en el Congreso.

Los pasos que va dando Iglesias evidencian la distancia con su ‘número dos’ y, asimismo, su determinación a tomar las riendas en una negociación clave y ya oficial con PSOE y Ciudadanos, que comenzará la próxima semana. Montero y Juan Manuel Serrano, el responsable de gabinete de Pedro Sánchez, intentan cuadrar agendas. Ambos participaron previamente en los contactos discretos que socialistas y podemistas admitieron hace días -de los que estaba al tanto C’s, según confirmó José Manuel Villegas- y vienen manteniendo desde Semana Santa. Junto a ellos han trabajado en pro de un acercamiento Rodolfo Ares y Antonio Hernando por el PSOE, y el dirigente ‘morado’ Nacho Alvárez Fuentes, además del propio Errejón.

TRABAJO DISCRETO EN LOS DESPACHOS

Ciudadanos respondió con dureza al encuentro entre Sánchez e Iglesias y continúa en esa línea. Tanto, que ha sorprendido al propio secretario general de Podemos, quien dice que si Rivera continúa con ese "sectarismo" será quien provoque repetición de elecciones. Mientras arrecian las declaraciones de unos y otros, en los despachos se trabaja. Con más discrección. En las últimas horas, por ejemplo, los negociadores socialistas y de C's están intercambiando documentos y llamadas de teléfono para "ampliar y mejorar" el texto del acuerdo que tienen suscrito. Quieren que esté listo antes de que se produzca la primera reunión a tres con los podemistas, para poder debatir a partir del contenido del mismo.

Según fuentes conocedoras del documento, se están introduciendo cambios en cuestiones que afectan a los emprendedores o autónomos, además de sugerencias hechas por colectivos ecologistas o del tercer sector.También en el cuartel de los 'morados' se perfilan las posibles "cesiones" que dicen estar dispuestos a hacer en materia de reducción de déficit, gasto público o el área laboral,donde permitirían que se derogara la reforma del PP pero no la de José Luis Rodríguez Zapatero. Punto este último que, por cierto, no gustó a los sindicatos UGT y CC.OO, que se vieron este jueves con Iglesias. En cuestión fiscal aceptarían los términos marcados en el programa electoral de los socialistas, dicen los podemistas.