En su apuesta por dignificar la memoria histórica, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha propuesto cambiar el nombre del conjunto escultórico del Valle de los Caídos por el de "valle de la paz" y dar a este enclave de San Lorenzo de El Escorial, en el que está enterrado el dictador Francisco Franco, "una nueva visión" y "nuevos valores".

"Todos estamos de acuerdo en que es un lugar que debe mantenerse. No hay nadie que quiera dinamitar la zona, pero sí que sería correcto y considerable darle una nueva visión e incorporarle nuevos valores. 'El valle de la paz' sería un buen nombre que otorgarle", ha señalado en una entrevista en la publicación digital 'Le Miau Noir'.

Carmena también ha abogado por cambiar el nombre del Arco del Triunfo, ubicado en el madrileño distrito de Moncloa-Aravaca, por el de 'El arco de la concordia' o 'El arco de la democracia', un asunto sobre el que sí podría tener incidencia al formar parte de su ámbito municipal.

GOLPE DE ESTADO

Al respecto, ha indicado que en su opinión "no tiene sentido mantener un nombre de un monumento con el que se conmemora un golpe de Estado llevado a cabo contra un Gobierno legalmente establecido".

"Cuando se le cambie el nombre, y enfatizando de nuevo en este aspecto, no se pretenderá enjuiciar la conducta de las personas que se alzaron en un momento concreto de la historia, porque eso es algo pasado. Lo que se pretenderá con ello es dotar a la ciudad de Madridde una serie de elementos positivos, como puede ser la cultura democrática", ha añadido.

EL NOMENCLÁTOR

Esta no es la primera propuesta impulsada por Carmena en materia de memoria histórica. A finales del año pasado, el Ayuntamiento de Madrid empezó a modificar el nomenclátor de la ciudad para eliminar las referencias franquistas que aún perduran en muchas calles. También ha comenzado a hacer lo propio con los monumentos y las placas que homenajean a símbolos de la dictadura, aunque con algún que otro error. Así, el consistorio tuvo que restituir una placa que había retirado en memoria de ocho carmelitas asesinados al inicio de la guerra civil en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo.

"Debemos saber que los nombres de las calles, los parques o los monumentos forman parte del patrimonio de la ciudad de Madrid. Existen ciudades como Nueva York, donde las calles se nombran con números y existen otras donde convierten en patrimonio la nomenclatura de las mismas. Y ahí está Madrid, una ciudad que quiere que ese patrimonio sea el que precisa una sociedad profundamente democrática y que se encuentra viviendo dentro de un Estado de derecho", reflexiona Carmena en la citada entrevista.