En las horas previas a la esperada cita entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hubo algunas novedades de importancia. A saber: el jefe de los socialistas advirtió de que reclamará franqueza en la reunión y que avisará de que mantener vivo su acuerdo con Ciudadanos es, para él, condición indispensable para avanzar hacia una investidura y un gobierno. Eso sí, sin cerrarse en caso de avances a que PSOE, Podemos y C's (no especificó si se contaría con algún partido más) puedan repartirse ministerios en un futuro Ejecutivo de coalición, siempre y cuando se inicie una nueva fase negociadora sobre la base del documento ya pactado con los naranjas pero que, según matizó el socialista Antonio Hernando, puede ser "ampliado" y "mejorado" con otros acuerdos "compatibles" con la alianza.

Para dejar constancia de que pase lo que pase hoy el acercamiento entre Sánchez y Rivera es sólido, ambos se vieron ayer en el Congreso. Fotografía simbólica. Dos horas y media de reunión. Y eso que según portavoces de ambas formaciones todo fue para confirmar que su pacto sigue "vigente" aunque está "abierto" a mejoras. No obstante, desde C's fue José Manuel Villegas quien se encargó de advertir que ellos son partidarios de sentarse en una mesa con el PSOE y Podemos --también de hacerlo con el PP en breve-- para dialogar y encontrar puntos en común. Aceptó que se puede modificar el texto que elaboraron con los socialistas si no se tocan cuestiones "de Estado", pero también advirtieron de que no participarán de ninguna manera en un gobierno tripartito donde también estén los morados.

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA Por parte de Podemos, salió a la palestra ayer su portavoz, Iñigo Errejón, después de haberse mantenido un tiempo alejado de los focos a raíz de las pugnas internas en su organización. Fue de hecho el primero en insuflar cierto optimismo en un ambiente negociador en el que nadie esperaba grandes novedades.

Sostuvo el portavoz parlamentario de Podemos, de entrada, que su partido afrontaba ese encuentro con Sánchez dispuesto a "rebajar sus posiciones de partida" para poder alcanzar un "punto medio" con su interlocutor que haga posible un Ejecutivo. Si depende de los podemistas, a la valenciana, que priorice el "desandar el camino de la injusticia y la corrupción del PP".

Nada dijo esta vez de referendos. Tampoco de demandas de vicepresidencias, pese a que se le preguntó al respecto. Sí especificó que en ningún caso se podrá esperar "un cheque en blanco" para el acuerdo que ya tienen firmado PSOE y C's y que, recordó, ya ha sido rechazado en el Congreso en una sesión de investidura. Señaló que su aspiración es un "gobierno compartido de responsabilidad compartida" donde se mezclen las fuerzas políticas --llegó a hablar de "mestizaje"-- y tengan representación de manera proporcional a los votos obtenidos en las urnas el 20-D. "¿Un gobierno en el que, como dice Sánchez, haya ministerios para Podemos y también para C's?", se le planteó en una rueda de prensa multitudinaria. "No tenemos una propuesta formal en este sentido, pero si la hay la valoraremos", contestó.

La respuesta de Errejón, que al menos en apariencia no era el habitual veto a los naranjas, levantó polvareda. Especialmente en las redes sociales. Y en las redes sociales fue donde el protagonista de las declaraciones quiso hacer un leve matiz por aquello de no levantar más suspicacias en tiempos convulsos. "Lo hemos dicho muchas veces, no vemos mal que Ciudadanos apoye o se abstenga en un gobierno a la valenciana", escribió en un tuit.

Está por ver qué sucede en la nueva cita Sánchez-Iglesias cuando queda algo más de un mes para que termine el plazo legal que se han dado las Cortes. Tanto Errejón como el socialista Hernando admitieron ayer que han mantenido contactos previos para preparar la trascendental reunión y que ven motivos para ser optimistas. Que hay ambiente y clima para un posible acuerdo. Parece que el portavoz socialista ha mantenido informado a su homólogo de Ciudadanos de esos posibles "avances", pero nada quisieron adelantar a la prensa ni unos ni otros.