Presionado por Podemos y el PP, el PSOE ha respondido a ambos partidos. Si el viernes Pablo Iglesias metió prisa a Pedro Sánchez para que formara un gobierno de coalición, y horas después Mariano Rajoy rechazó presentarse “por el momento” a la investidura por carecer de apoyos, pese a ser el candidato más votado, este sábado los socialistas anunciaron que no se someterán a los tiempos que les marquen ni los populares ni los podemistas. En un comunicado, el partido señaló que no piensa emprender negociaciones sobre la gobernabilidad hasta, como mínimo, después de que termine la segunda ronda de contactos que protagonizará el Rey la próxima semana. La posición de su candidato, Pedro Sánchez, es que sigue siendo el tiempo de Rajoy, quien tiene la obligación de intentarlo o dejar paso a otro miembro del PP.

Pero si el presidente en funciones rechaza por segunda vez el encargo del monarca, como hizo el viernes, y Felipe VI le ofrece a Sánchez ser el candidato a la Moncloa, fuentes de la ejecutiva socialista se inclinan porque el secretario general acepte la propuesta e intente granjearse los apoyos necesarios para su investidura. En cualquier caso, el énfasis se pone en la necesidad de que Rajoy, a quien tachan de "antisistema", asuma "su responsabilidad".

Lo que sí mantendrá abierto estos días el PSOE es un canal de “diálogo” con el resto de fuerzas para “evaluar la situación y acercar posiciones en torno a cómo afrontamos los graves desafíos de España”. La primera prueba se dio este sábado, cuando Sánchez llamó por teléfono a Albert Rivera, líder de Ciudadanos, en un toma contacto que sirve a los socialistas para subrayar que no todo tiene empieza y acaba en Podemos. Sin la participacion de Ciudadanos, Sánchez se vería obligado a depender de la abstención de ERC y Democràcia i Llibertat, algo que rechazan los barones más importantes. “No es Podemos quien va a marcar los tiempos, sino nosotros. Primero hablaremos de políticas. Con todos, no solo con Iglesias. Y los sillones de los ministerios, si llegan, será al final”, explican en el equipo del secretario general.

UNA NUEVA RONDA

Si lo que Rajoy pretendía con su paso a un lado del viernes, declinando la oferta del Rey, era colocar toda la presión en Sánchez para que los barones más importantes, que mantienen su desconfianza hacia el líder, le forzaran a renunciar a gobernar gracias a Podemos, el secretario general devolvió la pelota al presidente en funciones. “El Rey ha convocado una nueva ronda de consultas de la que debería salir, de nuevo, el encargo de formar gobierno a una persona propuesta por el primer partido en la Cámara. Por ello, y mientras tanto, el PSOE no va a emprender negociaciones con otras fuerzas políticas para intentar fraguar una alternativa de Gobierno estable y, mucho menos, cuando se plantean desde el chantaje y anteponiendo los intereses de partido a los de los ciudadanos”, señaló el comunicado, en una clara referencia a Podemos.

El viernes, Iglesias compareció junto a varios de los dirigentes de su partido, a quienes presentó como futuros ministros, y pidió para él el cargo de vicepresidente, en una oferta que primero había trasladado al Rey y después a la prensa, pero no al principal afectado: el secretario general del PSOE. “Que Sánchez sea presidente es una sonrisa del destino que siempre tendrá que agradecer”, dijo.

EL VACÍO LEGAL

La Constitución, mientras tanto, no prevé una situación como la actual, en la que ninguno de los partidos que ocuparon las dos primeras posiciones en las elecciones quiere ser el primero en presentarse para gobernar. Si el escenario se mantiene, los tiempos no correrían (no lo harán hasta que un candidato fracase en dos ocasiones en su investidura) y no se podrían convocar nuevos comicios.

“La decisión de Mariano Rajoy de declinar el encargo del Rey para presentar su candidatura y, al tiempo, anunciar que no renuncia, es inaceptable, solo comprensible desde la complicada situación judicial que afronta su partido, imputado estos días por corrupción. Lo que ha hecho sitúa a España ante una nueva utilización partidista de las instituciones y de las reglas democráticas como nunca se había conocido en nuestra historia en democracia”, señalaron los socialistas en el comunicado.

“El PSOE defiende el cumplimento escrupuloso de los procedimientos democráticos, y por tanto cree que Rajoy tiene la obligación constitucional de aceptar el encargo real y presentar su candidatura a la investidura o renunciar definitivamente a ella. Mantenerse a la espera, por razones de supervivencia política y personal, es una irresponsabilidad", argumentó el partido.