La oferta de Pablo Iglesias de crear un Ejecutivo de coalición con el PSOE causó sorpresa este viernes en el partido de Pedro Sánchez. No se lo esperaba. Aun así, el líder socialista frenó el anuncio del líder de Podemos insistiendo en que ahora era el tiempo de Mariano Rajoy como ganador de las elecciones, y que solo si fracasaba en su investidura él lo intentaría, dejando abierta la posibilidad de un Ejecutivo conjunto. Era una posición relativamente cómoda, pero entonces volvió a ocurrir lo insospechado. Rajoy anunció que "por el momento" no iba a tratar de reeditar su mandato en la Moncloa, porque carecía de apoyos, y lo que no había logrado Iglesias lo consiguió el líder del PP. Los socialistas, que tacharon al aún presidente en funciones de "antisistema", tienen que moverse.

Toda la presión está ahora sobre Sánchez. Los barones más importantes, que le forzaron a comprometerse a no negociar con el partido morado si no renunciaba a una consulta vinculante en Cataluña sobre la independencia, continúan desconfiando de su liderazgo, y el pró- ximo 30 de enero se reunirá, si no se retrasa, un comité federal que se anticipa intenso por las distintas visiones en el seno del PSOE.

No fue el secretario general quien reaccionó al paso dado por el líder del PP, sino su número dos, César Luena. Señaló que Rajoy, como dirigente "agotado", debe "irse". "Su decisión es más propia de un antisistema que de un presidente, pero el PSOE va a ser responsable. Respetando los tiempos, estaremos disponibles para lo que los españoles han votado", señaló. Es decir, cuando el Rey culmine su nueva ronda de contactos con los líderes políticos y en principio le ofrezca la candidatura, a finales de la próxima semana, Sánchez iniciará formalmente la negociación.

"Los votantes del PSOE y Podemos no entenderían que no nos entendiéramos", había dicho por la mañana el líder socialista. Sin embargo, fuentes del partido creen que Iglesias, con su movimiento de pedir la vicepresidencia y presentarse con sus hipotéticos ministros, "ha empezado por el final". Subrayan que todavía faltan muchos pasos para llegar al acuerdo, y que el líder de Podemos daba la imagen de que, en realidad, la preocupación que le movía era montar "su chiringuito".

REACCION DE RIVERA El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, metió ayer presión al líder del PSOE. "Pedro Sánchez debe decidir si busca acuerdos en la centralidad y el constitucionalismo o en partidos separatistas", afirmó en Twitter. "Unos preferimos hablar y negociar reformas", tuiteó, mientras otros "piden sillones". El vicesecretario de C's, José Manuel Villegas, apeló a la "responsabilidad" del PSOE por el bien de España desmarcándose de un hipotético gobierno con Podemos.