La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha rechazado hoy que el congreso ordinario del PSOE se retrase a la próxima primavera, como defiende el secretario general, Pedro Sánchez, y ha reclamado que se celebre cuando dicen los estatutos, lo que supone convocarlo en febrero.

Díaz ha defendido esta postura en declaraciones a los periodistas a la entrada de la sede de Ferraz antes de la reunión del Comité Federa del PSOE en la que se van a aprobar los criterios de la políticas de pactos para formar gobierno.

"Sobre el congreso, otros compañeros lo han dicho antes que yo. Somos un partido que tiene unos estatutos y el congreso se hará cuando toque que lo marcan los estatutos", ha sostenido la presidenta de la Junta.

El último congreso ordinario tuvo lugar en febrero de 2012, puesto que el celebrado en julio de 2014, en el que fue elegido Sánchez, tuvo carácter extraordinario.

Sánchez ha anunciado que se presentará a la reelección, pero quiere retrasar el cónclave a la primavera para esperar a ver cómo se resuelve la formación de gobierno o si se convocan nuevas elecciones.

Díaz ha asegurado que la prioridad ahora tiene que ser centrarse en la gestión de los resultados de las elecciones generales.

"Hablé ayer de la política de pactos, voy a seguir hablando de la política de pactos y es lo que me preocupa. Lo que me preocupa es que el PSOE esté a la altura de España. Es en el debate en el que estoy", ha asegurado la presidenta de la Junta.

Tras afirmar que, si de ella dependiera, su intervención ante el Comité Federal sería "en abierto", en lugar de a puerta cerrada, para que "nadie hable" por ella ni "se esconda detrás" de su persona, Díaz ha incidido en la necesidad de que el PSOE aborde una "reflexión compleja" sobre los malos resultados electorales del 20D.

"La situación es compleja y hacen falta reflexiones complejas, saber en qué escenario está este país", ha planteado la dirigente andaluza, que ha llamado a hacer "autocrítica" por "no haber ganado las elecciones en un momento en que este país necesitaba que el PSOE las ganara".

"Si no lo reconocemos, estamos haciéndonos un flaco favor, no a nosotros, sino a nuestros votantes y a otros miles de ciudadanos que no nos han votado, porque han entendido que a este proyecto le falta la profundidad que necesita para este momento este país", ha argumentado.

Respecto a pactar con Podemos, ha insistido en que el PSOE no puede gobernar "a cualquier precio" y ha recordado que en los territorios en los que se ha llegado a acuerdos con el partido de Pablo Iglesias en los últimos meses "en ningún caso plantearon en sus programas salirse de la Constitución ni referéndum vinculantes".

Por eso, Díaz, ha mantenido su posición de que "para sentarse a negociar con cualquier fuerza política, ésta tiene que renunciar previamente a ello".

A este respecto, ha reprochado a Iglesias que de lo primero que haya hablado tras los comicios no haya sido de la sanidad, la educación, la dependencia o la desigualdad, sino de "romper España".

Para Díaz, eso responde a la misma estrategia que Podemos ha escogió para las elecciones, que era "arañar un puñado de escaños a cambio de incorporar soberanistas" a su candidatura, que ahora pretenden formar grupo parlamentario propio.

"Eso forma parte del coste que algunos han decidido pagar y lo tienen que pagar ellos, pero no el PSOE", ha sostenido la presidenta andaluza, tras hacer hincapié en que lo que le "preocupa" ante ese panorama es que el PSOE "esté a la altura".