Podemos no quiere perder más tiempo y busca un golpe de efecto para amortiguar el "decepcionante" resultado del 27-S. Solo 11 diputados. No estaba previsto que Pablo Iglesias compareciese. Y, sin embargo, apenas unos minutos después que la CUP haya explicitado su veto a que Artur Mas sea investido 'president', el secretario general del partido lila ha tendido la mano a un Govern progresista.

El líder de Podemos pone sus condiciones sobre la mesa: puede "entenderse" con ERC, la CUP y el PSC. Pero es imprescindible que en ese Govern no haya ningún diputado de CDC. Si Iglesias había coqueteado con esta idea durante la campaña cuando reconoció que los dirigentes de la CUP son "gente honrada", nunca había sido tan taxativo, y este lunes, lo dice con resultados en mano. "Si en el futuro hubiera una mayoría progresista no tendríamos problemas", ha asegurado para ratificar que se encontraría "a gusto", aunque la última palabra la tenga Sí que es Pot.

"Me entiendo cuando hablo con [Joan] Tardà y con gente delPSOE cuando no están crecidos por los resultados electorales, y con la CUP", ha subrayado. Para el secretario general de Podemos, las diferentes opciones respecto a la soberanía que manejan las cuatro fuerzas políticas no sería un obstáculo insalvable, puesto que en una "mayoría progresista" es posible que "convivan diferentes opciones jurídicas" y "sería bueno para catalanes y españoles".

Ante esta posibilidad, el número uno de Podemos se ha comprometido firmemente, si llega al Gobierno tras las legislativas, a promover un referéndum en Catalunya porque cree que los catalanes tienen derecho a decidir, pero ha ratificado que Podemos haría campaña por el no. O como ha explicado Iglesias, campaña para que la mayoría de catalanes quieran permanecer, como nación, en el proyecto de un país denominado España.

NO SON ERRORES

La ejecutiva de Podemos, reunida este lunes en Madrid para valorar el 27-S, considera que los resultados son "tristes" y "decepcionantes", pero se niega a pronunciar la palabra "error". Si renunciar a la marca Podemos en Catalunya fue una torpeza o no, Iglesias elude valorarlo y se limita a admitir que, en política se toman "decisiones arriesgadas" y luego "toca ser consecuentes".

Admite que no han logrado atraer a las clases obreras, a los cinturones del área metropolitana de Barcelona y que el resultado es malo, pero niega que este batacazo electoral vaya a implicar ningún cambio en la hoja de ruta de Podemos. La estructura del partido permanecerá intacta y la oferta para abrirse a nuevas fuerzas en pro de la unidad popular también, aunque la experiencia en Catalunya con ICV-EUiA haya sido nefasta (Iniciativa tenía 13 diputados y Catalunya Sí que es Pot -Podemos + ICV + EUiA + Equo- ha sacado 11).

"RESPONSABILIDAD DE ESTADO"

La dirección de Podemos concluye que el problema no radica en la unidad popular, sino en que se han quedado "solos en el terreno de la responsabilidad de Estado", al no posicionarse en la polarización a favor o en contra de la independencia.

Si hasta hace pocos días Iglesias equiparaba el resultado del 27-S a la parrilla de salida para las elecciones legislativas de diciembre, hoy ha admitido que no van a salir en la 'pool position'. "Como hizo Ayrton Senna" [mítico corredor de fórmula 1] en muchas ocasiones Podemos saldrá "de la tercera posición". "Salimos a ganar las elecciones generales y si las ganamos me comprometo a hacer un referéndum", ha aventurado.