Albert Rivera finalizó ayer su exigente primera vuelta de su campaña --ha hecho más mítines que Inés Arrimadas-- para las elecciones generales del próximo mes de diciembre. En lo que también fue la clausura de la campaña de los comicios catalanes del domingo, Rivera volvió atacar a los que serán sus enemigos en diciembre, el PP y el PSOE. A los primeros, de los que dijo que "van dando lecciones de patriotismo", además de pedirles que "estén calladitos y no metan más la pata", les espetó: "No hay nada más español que ser de Ciudadanos en Cataluña", en referencia a la hostilidad del independentismo.

Aupado por unas encuestas que otorgan, sin atisbo de dudas, el segundo puesto en los comicios a Ciudadanos, Rivera mentó por dos veces a Adolfo Suárez, artífice de la Transición y de cierta reconciliación entre los españoles. Como en el mitin central, el pasado domingo. De hecho, se dirigió a los que en los 70 votaron a Suárez, en los 80 a Felipe González y en los 90 a José María Aznar. "Y los que votaron la Constitución y el Estatuto del 79". A todos ellos les pidió el voto para "empezar a reconstruir España desde Cataluña".

Rivera llamó a acabar "con 35 años de gobiernos de Pujol y de Carod" y para acabar "con la España de los bandos". "Faltan 48 horas para dar la vuelta a la tortilla, y tener la primera presidenta de la Generalitat, la primera de un partido constitucionalista y la primera con las manos limpias", aseveró, en referencia a Arrimadas.

La diputada, que contó con el apoyo vía mensaje de Loquillo, criticó que hubiera un "presidente que no sepa explicar las ventajas de ser español", en referencia a las vacilaciones, de Rajoy.