Es una metáfora bastante manida y poco sutil, pero útil para definir la actitud del presidente catalán Artur Mas respecto al proceso de secesión de Cataluña. Es la metáfora del dentista y su paciente, quien nada más entrar en la consulta agarra al doctor por la entrepierna y le dice: "¿Verdad que no nos haremos daño, doctor?".

Mas avisó ayer de forma nítida al Gobierno del PP y al conjunto del Estado: una independencia unilateral y sin acuerdo entre las partes sería un "suicidio colectivo". Y en ella Cataluña saldría perdiendo, pero España, más. Por ejemplo --y esta es una amenaza recurrente por parte del líder convergente--, la Generalitat no se sentiría obligada a pagar su parte proporcional de la deuda del Estado, cercana al 100% de su PIB.

La reflexión del presidente vino a cuento del comunicado del Ministerio de Hacienda avisando a Cataluña de que la secesión dejaría a las instituciones sin acceso al crédito internacional porque la calificación por parte de las agencias de rating empeoraría todavía más.

LA NACIONALIDAD En una comparecencia para describir el modelo fiscal de una Cataluña independiente, Mas se revolvió de nuevo contra las advertencias del Estado. Puso en el mismo saco el comunicado del departamento de Cristóbal Montoro, los avisos sobre eventuales corralitos del gobernador del Banco de España, Luis María Linde (a quien reclamó la dimisión tras rectificar ayer sus palabras y asegurar que el corralito en Cataluña es "casi imposible"), y las referencias del presidente del Gobierno a la eventual pérdida de la nacionalidad española por parte de los catalanes.

Mas y toda la candidatura de Junts pel Sí cargaron contra Mariano Rajoy por sus referencias a la nacionalidad española y las aclaraciones que llegaban desde el Gobierno. "¿Los partidos españoles modificarán la Constitución para sacar la nacionalidad a los catalanes que quieran tener doble nacionalidad como la quieren muchos colombianos, argentinos...? Las amenazas se les giran como un bumerán". "Es el mejor candidato que podemos tener, con ustedes, Mariano Rajoy", ironizó el cabeza de lista, Raül Romeva.