El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado este martes en contra de la política que Hungria aplica a los refugiadossirios. "No esto favor de lo que está haciendo el Gobierno húngaro", ha manifestado en una entrevista en Onda Cero, tras ser interrogado sobre si compartía que se evite la entrada de asilados con cañones de agua o gases lagrimógenos, como ha dictaminado el primer ministro húngaro Viktor Orbán.

El jefe del Ejecutivo ha considerado que la crisis migratoria es un "problema de enorme dificultad" pero en su opinión debe primar "la vida y la libertad" del ser humano. De ahí que haya ratificado que España aceptará la cuota de refugiados -casi 15.000- que determine la UE en la reunión esta tarde de los ministros del Interior y la cumbre extraordinaria de jefes de Estado que se celebrará el miércoles.

Rajoy ha argumentado es el "derecho de asilo está en los genes de la civilización europea" pero ha dejado claro que es partidario de que el proceso de acogida se haga de manera "ordenada".

Asimismo, ha reiterado que España es partidaria de que la comunidad internacional "busque una posición conjunta" y fije con "claridad cuales son sus objetivos" a la hora de impedir la guerra en Siria, de forma que se evite la escena "repugnante" de millones de civiles desplazados que huyen de las bombas.