Después de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, propusiera el miércoles endurecer el Código Penal para perseguir el patrimonio escondido de los corruptos, su partido pidió ayer al Tribunal de Cuentas que investigue a las comunidades autónomas (Madrid, Murcia, Castilla y León y Comunidad Valenciana) y a los ayuntamientos que firmaron contratos con la red Púnica.

En un escrito que se estudiará en la Comisión Mixta para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas y que registró ayer en el Congreso, los socialistas solicitan a este tribunal que analice "qué ha fallado" en cuatro comunidades autónomas y en una veintena de ayuntamientos que sellaron contratos públicos con la trama.

Para el portavoz de socialista en la Cámara baja, Antonio Hernando, la red Púnica y la Gürtel tienen "caminos paralelos" y ambos acaban en el mismo lugar, en la sede del PP en la calle Génova y en los despachos de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. "Cuando escuchemos las grabaciones de la Púnica , a Rajoy y a Cifuentes se les va a helar la sangre porque vamos a escuchar a muchos dirigentes del PP diciendo barbaridades", alertó.

Una de las aludidas, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró que a Pedro Sánchez "se le debería caer la cara de vergüenza" por proponer una reforma del Código Penal que ya está hecha y le afeó el caso de los ERE en Andalucía. Para Aguirre, si el líder del PSOE tuviera la "dignidad de un buen socialista", dimitiría de la Internacional Socialista "inmediatamente".

"Parece que yo me tengo que ir porque el señor Granados era el cabecilla de esta cosa llamada Púnica " y "¿qué tiene que hacer él con lo que está ocurriendo con los ERE en Andalucía?", se preguntó la lideresa . Reproche similar le lanzó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que exigió a Sánchez que "limpie su casa" antes de hablar del caso Púnica .

Mientras tanto, ayer arreciaron las críticas al líder socialista, Pedro Sánchez, por proponer una reforma del Código Penal que, a juicio del PP, ya está en vigor. El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Agustín Conde, le acusó de dar "palos de ciego" por plantear "exactamente" las mismas reformas contra la corrupción que ya están aprobadas y que los socialistas rechazaron por dos veces en el Congreso de los Diputados.