La Comisión Constitucional del Congreso ha aprobado este miércoles, con los votos del PP, el PSOE y UPD, la ley de seguridad nacional, que permite al Gobierno dirigir a “las autoridades competentes” (incluidas las autonómicas) en aquellas situaciones de “gravedad efectiva o potencial de sus efectos”.

Según el nacionalismo catalán y vasco, que ha votado en contra, se trata de un instrumento para “laminar” las competencias de las comunidades. Desde ERC, Joan Tardà, ha ligado la nueva norma, que habla de “garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales” y facultaría al Ejecutivo para hacerse cargo de las policías autonómicas, al proceso independentista, que tiene como fecha señalada las elecciones catalanas del próximo 27 de septiembre, a las que los republicanos, de la mano de CDC y las entidades independentistas, quieren otorgar una naturaleza plebiscitaria sobre la secesión.

"NI DIOS, NI RAJOY"

A juicio de Tardà, el proyecto de ley, que ahora deberá aprobar el Senado, pretende “aumentar el aparato legislativo del Ejecutivo para abortar el proceso democrático abierto en Cataluña”. Para el republicano, populares y socialistas están “lubricando la maquinaria represiva”. Aun así, el diputado ha añadido que si una mayoría de catalanes apoya la lista del Junts pel Sí, cuyo objetivo es lograr la independencia, esta voluntad no la parará “ni Dios, ni por supuesto Rajoy”.

Los dos partidos mayoritarios, en cambio, sostienen que la ley de seguridad nacional, que comenzó a perfilarse en el 2009, no tiene nada que ver con el proceso catalán, sino que pretende hacer frente a situaciones de riesgo que no impliquen la declaración de estado de sitio o alarma.