Transparencia Internacional presentará mañana en Madrid un estudio que sitúa a España en el cuarto puesto con mayor opacidad en la dinámica con la que operan los lobis. La razón principal es la ausencia de una regulación estatal, y la consecuencia más directa, el peligro de que los poderes públicos se dejen influir por grupos de presión que permanecen enmascarados. Solo Chipre, Hungría e Italia están en una posición peor a la española. El informe alerta de que las iniciativas de reforma del sector financiero se han visto frustradas y debilitadas por el intenso lobi "impulsado por el sector financiero en Europa" así como de la presencia de lobis en el sector sanitario, que apuestan por la curación y no por la prevención.