El PP pasó el domingo un mal trago en la manifestación de las víctimas del terrorismo a favor de la doctrina Parot . Sus dirigentes tuvieron que escuchar insultos similares a los que en este tipo de protestas se dedicaban en el pasado, con la anuencia del PP, a José Luis Rodríguez Zapatero. Pese a ello, la cúpula del PP, que analizó ayer la situación, concluyó que fue mejor "dar al cara" que arriesgarse a que en el futuro les puedan acusar no estar "siempre" junto a los damnificados por los atentados de ETA. Este es el análisis que transmitió ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la dirección. La mano derecha de Rajoy en el partido salió además en defensa del honor del PP y calificó de "injusto" e "ignorante" que se abuchee a los representantes de un partido cuyos dirigentes han muerto por enfrentarse a ETA.

"NO SON VICTIMAS" Cospedal minimizó, no obstante, las críticas al considerar que no eran "mayoritarias" y que estuvieron protagonizadas por personas "que no son víctimas" y que tuvieron comportamientos "que no se compadecen ni con la historia ni con la justicia". "También había personas con banderas preconstitucionales, vamos a poner las cosas en sus justos términos", añadió sin que nadie le preguntara por este extremo, para así poner de manifiesto un divorcio entre el Partido Popular y la extrema derecha.

La dirigente conservadora rehuyó cualquier tipo de autocrítica y rechazó que en el PP haya dos facciones, una capitaneada por el ala dura, con Esperanza Aguirre o Jaime Mayor Oreja a la cabeza, que cuenta con el apoyo de las víctimas (fueron aplaudidos durante la protesta), y otra con un discurso más suave contra ETA al que los damnificados han dado la espalda. Pese a ello, anunció que esta semana comenzará una ronda de reuniones con los representantes de los colectivos de víctimas en la que, evidentemente, se intentará reconducir la situación.

La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, reconoció por su parte que el domingo cuando sufrió en persona la ira de los manifestantes vivió "momentos duros" y achacó las críticas "al dolor" que sienten las víctimas tras el fallo de Estrasburgo. "El dolor lleva a las personas a buscar a alguien a quien echarle la culpa", añadió Quiroga en la Cadena Ser. Lejos de esta percepción, la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, aseguró que ella no escuchó "ninguna" crítica a su partido durante la concentración de las víctimas.

En un sentido parecido a Quiroga se manifestó el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, quien pidió no olvidar, al margen de sentencias, que la "lucha" la ganó el Estado de derecho y "la perdieron los terroristas". El ministro añadió que la concentración del domingo --a la que no asistió ningún miembro del Gobierno-- fue "una ocasión magnífica de manifestar el apoyo a la víctimas del terrorismo" y de "reiterar" un compromiso "con lo que significa la dignidad" de esa "lucha" que ha ganado el Estado de derecho.

EL PSOE Desde el PSOE, el número tres de ese partido, Oscar López, no quiso comentar las críticas a los populares en la concentración, por la que mostró su respeto, al igual que por el "dolor" de las víctimas, y insistió en que "afortunadamente" con el Estado de derecho"hace dos años que se acabó el terrorismo".