La esperada reunión entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat de Cataluña, Mariano Rajoy y Artur Mas, solicitada por este último, ya ha tenido lugar y ha servido para un acuerdo no menor y una constatación. El acuerdo consiste en que ambos se han conjurado para evitar la asfixia económica de las comunidades autónomas, mediante una flexibilización del objetivo de déficit autonómico. A ambos les interesa, les urge, no hacerse daño en este terreno. La constatación del encuentro fue, en cambio, que sigue intacto el rechazo frontal del Gobierno del PP a la voluntad de la Generalitat de llevar a cabo la consulta soberanista.

Pese a que todavía la UE no ha hecho oficial una rebaja al objetivo de déficit para España, en la cita Rajoy garantizó a Mas que el Ejecutivo del PP permitirá a las autonomías un déficit menos severo que el 0,7% previsto.

En la agenda económica de la reunión, la más apremiante, la sintonía fue clara, según fuentes de ambos gobiernos. Cabe recordar que CiU y el PP han compartido durante años la misma política económica liberal, favorable a la austeridad y los recortes.

Donde no hubo ni un avance en la entrevista fue en la distancia que separa a Rajoy y Mas sobre la demanda de un referendo de autodeterminación.

Mas daba al encuentro una notable importancia, para intentar apelar al factor personal de un presidente del Gobierno al que conoce desde hace años y que no defiende, afirman en CDC, las tesis más centralistas del PP. Pero la entrevista no dio frutos.