El Govern no quiere ser un mero espectador de la presunta trama de espionaje a políticos catalanes y ha decidido mover ficha para intentar tener acceso a las investigaciones dirigidas por el Ministerio del Interior. CiU pasa a la ofensiva en dos direcciones. Primero, con la creación de un grupo interdepartamental, una especie de gabinete de crisis, destinado a coordinar la estrategia del Ejecutivo, sea a nivel político, policial o judicial. Y segundo, dando entrada en la investigación a los Mossos, a través de la denuncia que anoche presentó en la comisaría de la calle de Avila de Barcelona la vicepresidenta Joana Ortega, una de las posibles víctimas de los informes de Método 3. Además, el Ejecutivo ha decidido bucear en los archivos de la Generalitat para saber cuántos contratos recibió la agencia de detectives en la época del tripartito. Aparte del informe ya conocido que encargó el departamento de Agricultura cuyo titular era el socialista Joaquim Llena y que iba destinado a analizar el cultivo de la avellana podría haber otros dos, según confirmó ayer el portavoz, Francesc Homs.

Según consta en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC), Método 3 recibió en el 2008 22.050 euros del departamento de Industria, (entonces de Innovación y Empresa), pero no como contraprestación a un encargo de un eventual estudio, sino como subvención a una pyme. Fuentes de la conselleria de la época explicaron ayer que Método 3 concurrió a un concurso público para conseguir esas subvenciones (de ayuda a la innovación y a la internacionalización) y las ganó "junto con otras 30 o 40 empresas". Las entidades, dependientes de la conselleria, que directamente abonaron el dinero fueron el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial, por un lado, y la Agencia de Soporte a la Empresa catalana, por el otro.