Iñaki Urdangarín utilizó la técnica del copy paste (copiar y pegar) para vender a Telefónica y Repsol idénticos proyectos de patrocinio y mecenazgo, según la documentación y los correos electrónicos aportados por su exsocio Diego Torres durante su declaración ante el juez de Palma José Castro el sábado y a los que ha tenido acceso este diario.

El 21 de octubre del 2003, Telefónica firmó con Nóos Consultoría Estratégica un contrato para desarrollar una "estrategia global de patrocinios" y para servicios de asesoría. Lo rubrican Luis Casado, en nombre de Telefónica, y Urdangarín, en un documento que establece un "proceso de planificación en 21 pasos" con una vigencia de 15 de julio del 2003 a 31 de diciembre del 2004 y por un montante de 181.000 euros más IVA, y gastos de viaje a parte. El acuerdo se firmó tres meses después del inicio del convenio. Más tarde, en el 2006, la compañía incorporó al yerno del Rey a su plantilla y en agosto del 2009 le destinó a Washington, donde fijó la residencia con la infanta Cristina y sus hijos. Allí le pilló el estallido del caso Nóos .

PROPUESTA FALLIDA Con Repsol, el montante se redujo a 100.000 euros por un cometido similar. Se debía desarrollar el proyecto de asesoramiento y formular una estrategia de patrocinio a la compañía durante el 2005. Lo firman Urdangarín, como presidente del Instituto Nóos, y Jaume Giró, director general de comunicación de la petrolera. Establece los mismos 21 pasos que propone a Telefónica. Los textos son un calco. La única diferencia, además del precio, es que en esta ocasión el proyecto lo vehicula el Instituto Nóos, la fundación sin ánimo de lucro de Urdangarín y Torres.

Y puestos a copiar, Urdangarín intentó plagiar en Barcelona un foro similar a los que organizó en Baleares (Forum Illes Balears) o Valencia (Valencia Summit). Aunque en esta ocasión, no tuvo tanta suerte. Este asunto ya ha trascendido durante la investigación del juez Castro, pero el sábado Torres ofreció más detalles. Según la documentación aportada por el exsocio del duque de Palma, se diseñó una cumbre de tres días con un presupuesto de 1,2 millones. Debía celebrarse en febrero del 2006, tras el Foro Económico Mundial de Davos, y luego quedaría una web y libros con las reflexiones recogidas. Se trataba de una cumbre internacional de salud y biomedicina que pretendía perfilarse como "el primer congreso y ágora mundial de expertos para reflexionar sobre mecenazgo, responsabilidad social corporativa y biorregiones". El presupuesto debían aportarlo las administraciones públicas, consorcios y patrocinadores.

Siguiendo una estrategia bastante habitual del Instituto Nóos, la entidad presume de congregar a expertos internacionales. En el preámbulo de la propuesta, se asegura que estos han detectado "el creciente interés de la comunidad científica para plantear un estudio riguroso y multidisciplinar sobre la responsabilidad social corporativa como elemento catalizador de la investigación sanitaria de vanguardia" y que manifiestan "la necesidad de un foro de encuentro estable". El evento no fraguó, aunque hubo contactos con los exconsellers socialistas Antoni Castells y Marina Geli. En su declaración ante el juez, ambos explicaron que se descartó por "inadecuado" y "caro".

MUTISMO DE ZARZUELA Según ha publicado ya este diario, otros de los correos entregados por Torres al juez apuntan a una presunta implicación del Rey en los negocios de su yerno. Sin embargo, después de ver las informaciones aparecidas en la prensa, la Casa del Rey decidió ayer no comentar oficialmente el contenido de los mails , informa Pilar Santos . La Zarzuela considera que ya tendrá tiempo de dar su punto de vista. De momento, está pendiente de la decisión que tomen los médicos sobre la posibilidad de que el Rey tenga que volver a pasar por el quirófano por una antigua hernia discal.