La de ayer fue la tercera comparecencia de Diego Torres ante el juez de Palma José Castro. La primera vez fue el 11 de julio del 2011 y ya como imputado. Un año antes, el 22 de julio del 2010, Castro había abierto la pieza relacionada con el Instituto Nóos. Torres defendió la legalidad de los convenios firmados. El 8 de noviembre siguiente, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach dirigió el registro en varias sociedades vinculadas a Nóos en Barcelona y en el domicilio de Torres. El 29 de diciembre, el juez imputó finalmente al duque de Palma. Un mes y medio después, el 11 de febrero del 2012, Torres volvió a comparecer ante Castro, pero entonces tanto él como su mujer, Ana María Tejeiro, se negaron a declarar.