Mariano Rajoy ha encargado a la Abogacía del Estado que elabore un informe sobre las consecuencias que tendrá dentro de unos meses o años el hecho de que el Gobierno central se quede con los brazos cruzados y no recurra contra la declaración soberanista aprobada por el Parlamento catalán el miércoles. Con este movimiento, Rajoy está intentando contentar a parte de la cúpula de su partido, enervada por la aparente pasividad del presidente del PP ante el desafío catalán, y evitarse problemas jurídicos en el futuro, cuando quiera impugnar otras decisiones de la Generalitat en el camino emprendido hacia la independencia. Ese informe estará "pronto", según aseguraron ayer fuentes de la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo anunció que había pedido el análisis jurídico en una conversación con los periodistas que le acompañaron en el avión que le llevó de Lima a Santiago de Chile, donde estos días participa en una cumbre con los dirigentes de América Latina, Caribe y la Unión Europea.

"MUY TRANQUILO" Rajoy, con su habitual tono relajado, aseguró que se encontraba "muy tranquilo" ante el paso dado por el president , Artur Mas, pero puntualizó que es porque sabe "perfectamente" cuál tiene que ser su respuesta, no porque no le preocupe el órdago que el dirigente de CiU y ERC han lanzado.

El presidente del Gobierno tiene claro que no pasará a la historia por el jefe del Ejecutivo que facilitó la partición de España. Menos seguro está de cómo hacer frente a cada paso de Mas, por eso ha solicitado el apoyo de la Abogacía del Estado. "No lo he pedido para ver las consecuencias jurídicas de la declaración, que son cero, sino para saber cuáles son las consecuencias de no hacer nada", explicó a la prensa. Rajoy, no obstante, aclaró después en una entrevista concedida a ABC Punto Radio desde Chile que si los servicios jurídicos aconsejan que el Gobierno recurra contra la declaración independentista, así lo hará. El objetivo es evitar dejar cualquier resquicio legal que pueda ser utilizado por los soberanistas durante el proceso. A juicio del jefe del Ejecutivo, la misión emprendida por Mas en Cataluña no tiene "ningún sentido" en plena crisis económica y cuando la mayoría de los ciudadanos de esta comunidad, "los que han nacido" en Cataluña y los que han llegado "de fuera", "se sienten catalanes, pero no quieren perder su posibilidad de ser españoles". Rajoy también destacó que el PSOE tampoco apoya a CiU, que lo único que está haciendo, añadió, es "dividir a la población".

CONSEJO DE MINISTROS El informe jurídico estará listo en los próximos días, según fuentes de la Moncloa, que no se atrevieron a confirmar si podrá ser analizado por el Consejo de Ministros del próximo viernes, el día después de la entrevista del Rey y Mas en la Zarzuela.

Después de esa reunión con el jefe del Estado, el presidente catalán se verá con Rajoy en la Moncloa, una cita que todavía no tiene fecha. El presidente dijo ayer en la radio que está dispuesto a hablar de "lo que quiera" Mas. "Pero aparte de diálogo, el presidente de la Generalitat tendrá que cumplir la ley, y si no la cumple pues tendremos, lógicamente, que acudir a los tribunales", afirmó.

SIN MAYORIA "EXCEPCIONAL" La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que la declaración aprobada por el Parlamento catalán obtuvo el respaldo de 85 de los 135 diputados, por lo que no llegó "a los dos tercios" que se requieren para cambiar un Estatuto de Autonomía. "No estamos ante una mayoría de carácter excepcional como algunos reclamaban", añadió en referencia al latiguillo que Mas popularizó en la campaña electoral.