El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer que el Consejo de Ministros aprobará hoy una prorroga del plan Prepara y posteriormente se prorrogará automáticamente cada seis meses mientras que la tasa de paro no baje del 20%.

En un comparecencia ante la prensa en Lima tras reunirse con el presidente de Perú, Ollanta Humala, Rajoy recordó que el plan Prepara contempla una ayuda de 450 euros mensuales a los parados que han agotado su prestación y tienen cargas familiares y 400 euros para el resto.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy esta medida junto la ley de unidad de mercado, que elimina restricciones a las que se enfrentan las empresas, "y otras ayudas para las personas que están en situación de más dificultad", explicó Rajoy. "Seguiremos haciendo reformas que traerán crecimiento y empleo, y ayudaremos, en la medida que lo permitan los recursos públicos de que disponemos, a las personas que están en una peor situación", dijo el jefe del Ejecutivo. Rubalcaba elogió anoche esta decisión.

El presidente del Gobierno, en referencia a los datos de la EPA que sitúan la tasa de paro al cierre del 2012 por encima del 26%, aseguró que "el momento es duro, es el más duro de todos". En este sentido, insistió en su convencimiento de que el 2013 va a ser mejor que el 2012. "Hemos conocido los datos de la EPA, hemos conocido lo que ya sabíamos, que no iban a ser buenos, porque hay muchas personas en España que no pueden trabajar", añadió.

El jefe del Ejecutivo reiteró que el Gobierno seguirá esforzándose para "dar la vuelta" a la situación e indicó que su Gobierno seguirá trabajando en el gran objetivo nacional: "que haya crecimiento económico y creación de empleo".

DECLARACION SOBERANISTA Un día después de la declaración soberanista del Parlamento catalán, en la que se reconoce el derecho de los catalanes a decidir sobre su futuro, Rajoy rompió ayer su silencio y minimizó el texto aprobado. El presidente del Gobierno fue tan parco como rotundo. La declaración, dijo en una comparecencia sin preguntas, "no sirve para nada". Sus palabras se entroncan dentro del esquema del Ejecutivo ante la actual deriva catalana. Se trata de intentar enfriar el problema y de llamar al diálogo, pero también de anunciar que el Ejecutivo central no dudará en recurrir a los tribunales cuando lo estime necesario. Destensar y apretar al mismo tiempo. Aun así, Rajoy continúa moviéndose en la tesis de que la declaración no es en sí misma recurrible.