El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, minimizó ayer la declaración aprobada por el Parlament, al entender que "no tiene efectos jurídicos ni consecuencias prácticas inmediatas". El ministro consideró "extraordinariamente difícil" que el Gobierno central pueda recurrir al Tribunal Constitucional la resolución de la Cámara catalana. "Es una declaración retórica que tiene que plasmarse en acciones jurídicas, que esas sí serían recurribles", avanzó.