La experiencia viene demostrando desde hace años que cuando a un político o a un partido les pillan en falso con algo relativo a la corrupción pueden empeñarse en negarlo pero, tarde o temprano, la verdad acaba (casi) siempre por imponerse. Hay ejemplos de todo tipo y para todos los gustos. Ahora lo estamos viendo con el PP. El viernes, la cúpula popular --y el resto de la ciudadanía-- se desayunó con el titular de que el extesorero Luis Bárcenas repartió supuestamente durante años sobresueldos en dinero negro a dirigentes del partido. Solo dos días antes se había conocido que el extesorero tenía cuentas en Suiza en las que llegó a acumular hasta 22 millones de euros y los portavoces del PP estaban intentando demostrar que ni este señor ni su dinero tenían relación alguna con el partido.

Así que la noticia que indignó a tantos ciudadanos --hartos de los sacrificios económicos y en prestaciones sociales que impone el Gobierno--, conmocionó a los populares y, por lo que se vio, les dejó desconcertados. "No me consta", "no sé", "a mí no", "que cada palo aguante su vela" fueron las primeras respuestas que balbucearon hasta el "sí, hombre", de un desmadejado Rajoy. Ayer, cuando las noticias eran que Bárcenas tiene firmados los recibís de quienes cobraron en negro y el exdiputado Jorge Trías Sagnier corroboró que sí que hubo quien recibió sobres con billetes, la dirección del PP anunció la revisión completa y una auditoría externa de sus cuentas.

Podría ser que esa auditoría sea una forma de ganar tiempo a la espera de si ver si se publican nuevas revelaciones en lo que parece ser la venganza, el chantaje dicen algunos, del exresponsable de finanzas, que se siente atrapado por la justicia y abandonado por su fuerza política. Podría ser también que la dirección del PP haya decidido investigar para conocer toda la verdad de lo ocurrido y después ponerla en conocimiento de la sociedad española y de los tribunales. Esto último sería lo deseable, aunque quizás no sea lo más probable. No, al menos, de inmediato. Si ha habido cargos del PP que han cobrado sobresueldos en dinero negro, si el extesorero, como da la impresión, está dispuesto a contarlo todo, lo mejor que podrían hacer los dirigentes del PP es admitirlo y hacer pública la lista de quienes recibieron esos sobres de 5.000, 10.000 o 15.000 euros de los que hablan las noticias.

Antes, por favor, de que se sepa por otras vías. Sería bueno, por el bien de todos, del propio Partido Popular, de la política y de la democracia española, que desde la máxima responsabilidad del partido alguien hiciera lo que hace una semana hizo Lance Armstrong, confesar que no podía ganar el Tour sin doparse. Y sería bueno que no esperaran tantos años como el ciclista para admitirlo.