El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dio ayer alguna pista de lo que pedirá hoy a la ejecutiva del partido, muy tocado después de las derrotas electorales en Galicia y el País Vasco del pasado 21 de octubre. En un artículo publicado en su cuenta de Facebook, el líder socialista defendió la necesidad de un cambio para conseguir volver a aglutinar a una mayoría de españoles que respalden su proyecto político, para poder revalidar el resultado de las urnas que obtuvo Felipe González en 1982 --202 de los 350 diputados del Congreso, una cifra no superada desde entonces--, de la que ayer se cumplieron 30 años.

"Tenemos que adaptarnos para ser más fieles a nosotros mismos. Dicho de otra forma: debemos cambiar el PSOE para que siga siendo el PSOE", dijo Rubalcaba, quien admitió que el aniversario del triunfo electoral de González "no coincide con el mejor momento del partido".

Hoy tendrá ocasión de expresar estas ideas personalmente a la dirección del PSOE. Es previsible que surjan tensiones, sobre todo después de las declaraciones realizadas en la última semana por el presidente andaluz, José Antonio Griñán y el secretario general socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que dijo el jueves que el cambio de líder es "impepinable".

Griñán aseguró ayer en una entrevista en La Razón que "en absoluto" está intentando moverle la silla a Rubalcaba. No obstante, consideró que "sería un error" que el secretario general "se atrincherase hasta el 2016". Las Juventudes Socialistas pidieron ayer que se elabore un "modelo federal claro y concreto".