El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reafirmó ayer en su decisión de no soltar las riendas del partido para poder "cumplir la tarea" que sus compañeros le encomendaron al elegirle como líder. Una misión, la de "recuperar la confianza" de los ciudadanos, a la que ya se refirió el miércoles y que admite que "no es fácil". Solo se plantearía dejar el liderazgo del PSOE, dijo ayer, si se lo pide la dirección. "Es evidente que si en los órganos de dirección de mi partido me dicen 'Alfredo, esto no tira, te tienes que ir', me iré; no tardaré ni un minuto", afirmó en una entrevista en la cadena Ser. "Ese día me iré libre de equipaje", señaló.

El próximo lunes acudirá a la reunión de la ejecutiva federal del PSOE, que dirige el propio Rubalcaba, con la tranquilidad de no sentirse solo. Ayer aludió también a la "mayoría abrumadora" que le mostró su apoyo el mes pasado en el primer comité federal del Partido Socialista tras su elección como secretario general.

Sobre las expectativas de los socialistas para las elecciones catalanas, tras el desplome en las vascas y gallegas, apuntó a una situación "singular" que les deja atrapados entre dos extremos. "Cuando los nacionalismos gritan 'me quiero ir'" y reciben como respuesta un "os vais a quedar por narices", a los demás, dijo, les "cuesta abrirse paso".