Los seis principales candidatos a lendakari se han visto las caras por primera vez la noche del miércoles en un debate emitido por la televisión pública vasca, en el que la crisis económica ha acaparado gran parte de las intervenciones, junto con la discusión sobre el modelo político deEuskadi.

Patxi López (PSE-EE), Iñigo Urkullu (PNV), AntonioBasagoiti (PP), Laura Mintegi (EH Bildu), GorkaManeiro (UPyD) y José Navas (EB). La inclusión de estos dos últimos por decisión de la Junta Electoral central ha obligado a modificar el formato del debate, que el ente público vasco pretendía que se produjera entre los cuatro principales candidatos.

Patxi López y Antonio Basagoiti han coincidido en dirigirse reiteradamente a Urkullu, al que han demandaban que "dijera la verdad" respecto de sus propuestas económicas y su postura ante la independencia. Sin embargo, el candidato peneuvista no ha querido explicar en qué ámbitos recortará los 1.000 millones de euros que ha anunciado, y tampoco ha apostado decididamente por el soberanismo, sino por una "nación vasca en Europa".

López ha replicado que es posible mantener los servicios sociales y las prestaciones públicas sin recortes, eliminando duplicidades en las instituciones y mediante una reforma fiscal.

Por su parte, Laura Mintegi ha reprochado al resto de candidatos que hayan realizado una "escenificación", ya que ha denunciado que pese al cruce de declaraciones, le consta que PNV y PSE tienen ya "un pacto de gobierno cerrado, que ya tiene un reparto de consejerías".

En prácticamente todas sus intervenciones, Basagoiti y Maneiro han apelado a los riesgos de la independencia, con argumentos como la imposibilidad de Euskadi de pagar sus propias pensiones. En la misma línea, López también ha argumentado que "la independencia no es la solución a la economía".

Como respuesta, Mintegi ha reclamado "las mayores cotas de soberanía, la independencia a ser posible" para salir de la crisis porque "España es un barco que se hunde", mientras Urkulu se ha limitado a defender una consulta en Euskadi en 2015 pero apoyada en el acuerdo, "sin rupturas y con los pies en el suelo".

Por su parte, Navas ha calificado a Euskadi de "pequeño paraíso fiscal que permite que "quien más tiene menos pague", mientras que se dificulta la lucha contra el fraude debido a la complicidad de los poderes políticos.