No citó en ningún momento a Artur Mas, ni al Gobierno de la Generalitat, ni a CiU, ni siquiera a Cataluña, pero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó ayer un nuevo mensaje destinado a intentar aplacar el incendio territorial que se le ha declarado en lo que los noticiarios de antaño llamaban el nordeste peninsular. "Creo que en España es posible crear puntos de encuentro y, desde luego, por mí no va a faltar --aseguró el líder del PP en un acto de precampaña de las elecciones gallegas celebrado en Ourense--. Yo no voy a ser el responsable de que eso (el acuerdo) no ocurra si es que eso al final no ocurre".

Sorprendido y alarmado por la dureza del discurso del presidente de la Generalitat tras la fallida reunión del jueves en la Moncloa, Rajoy, fiel a su estilo, intenta rebajar la tensión y ganar tiempo. En esa estrategia se inscribe el anuncio que hizo el viernes el Gobierno de que en la cumbre de presidentes autonómicos del próximo 2 de octubre se pondrá ya sobre la mesa la reforma del sistema de financiación de las comunidades.

En esa misma línea, se ofreció ayer a "dialogar, hablar y escuchar" para tratar de solventar las diferencias, rehuyendo, eso sí, la dialéctica maximalista en la que, a su juicio --y siempre sin aludirlos explícitamente--, se han instalado los gobernantes de Cataluña. "La situación no consiste en que las cosas son blancas o negras --señaló--, porque hay otros tonos en la vida, como todo el mundo sabe, y hay otros intereses y otros sentimientos".

NUEVOS PROBLEMAS Pese al tono general de mano tendida que tuvo su discurso, Rajoy no se abstuvo de reprochar veladamente la estrategia de escalada soberanista adoptada por Mas al afirmar que "las soluciones a los problemas no se arreglan creando otros problemas", una idea en la que volvió a insistir un poco más adelante: "No se sale de una crisis creando otra crisis, eso todo el mundo lo entiende".

El líder popular quiso dejar claro que su partido "defiende la Constitución española y la cohesión territorial y social" y por ello, añadió, "cree en la solidaridad". "La solidaridad es uno de los principios más importantes que animan a las fuerzas políticas", sentenció. Los asistentes, con el pensamiento puesto en las noticias que llegan de Cataluña, premiaron esta frase con la ovación más destacada de toda la mañana.

"Ahora se dicen muchas cosas de las comunidades autónomas", sentenció, para defenderlas porque "han sido útiles, han proporcionado una mejora de servicios públicos, han atendido a la gente" y "tienen sus problemas y hacen las cosas mal como lo puede hacer el Gobierno de la nación o el ayuntamiento de aquí al lado". Para, acto seguido, insistir en que no se va a desentender de las autonomías.