Lo dejó bien claro ayer, durante la rueda de prensa para explicar su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid. De lo que más orgullosa se siente Esperanza Aguirre es de la educación bilingüe que ofrecen numerosos centros públicos de la región. ¿Y de lo que menos? "De todas las meteduras de pata que he hecho", ha confesado Aguirre.

Razón no le falta. La hasta ahora presidenta madrileña ha generado durante su larga carrera política una larga lista de frases e intervenciones antológicas, además de algunos errores. El último episodio de errores llegó por escrito el pasado 30 de agosto en forma de carta dirigida a los profesores de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid, en un intento de explicar los motivos de los recortes y con el objetivo de encontrar la comprensión de los docentes.

Lo que no entendieron los profesores fueron....¡los errores ortográficos de la misiva!, en la que, por ejemplo, aparecía hasta cuatro veces escrita la palabra "más" sin tilde.

Duendes y correcciones

Los docentes devolvieron la carta con las faltas corregidas en bolígrafo rojo y Aguirre atribuyó los errores a "los duendes de la 'technicality'". Pero este es solo una pequeña anécdota sin importancia, comparada con alguna de las perlas que han salido de los labios de la presidenta. Como cuando en el 2008 afirmó que "Franco era bastante socialista". Es solo un ejemplo, pero ni el primero ni el último.

Basta con echar mano de las hemerotecas para encontrar frases para el recuerdo. No es necesario ir muy atrás en el tiempo. Este mismo año, Aguirre se dejó llevar por sus pasiones durante una visita a Valdemaqueda (Madrid) al afirmar que "a los arquitectos los tendrían que matar a todos. Por eso tendrían que poner la pena de muerte. Me caen mal porque sus crímenes perduran más allá de su vida".

Y es que Aguirre tiene una peculiar forma de explicar y justificar incluso algunas de las decisiones. "El Gobierno ha acabado con la obligación de destinar dinero de las prestaciones del paro a los sindicatos y a los empresarios, para que se acaben las tonterías", anunció la presidenta durante el debate del estado de la región, hace algunos meses.

Amigos y enemigos

Aguirre ha demostrado que sabe hacer amigos, pero también ha hecho suya esa máxima de "al enemigo ni agua". "Hemos tenido la suerte de poder darle un puesto a IU y quitárselo al hijoputa", dijo en enero de 2010 la hasta ahora presidenta de Madrid en referencia a su 'enemigo' político, el entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Un enemigo con el que fue muy sincera. Basta con recordar cuando en julio del 2007 le espetó al alcalde, traicionada por los micrófonos que todo lo oyen: "No tenemos ni un puto duro".

Aunque para enemigos de verdad, los socialistas. También ha ellos ha hecho honores Aguirre con perlas como "cuando el PSOE entra por la puerta, el empleo salta por la ventana" --en declaraciones al diario 'La Razón' en 2011-- o "oír hablar a socialistas sobre crear empleo es como oír a Paris Hilton hablar de fundar conventos" (septiembre del 2010).

Ampollas y nacionalismos

Aguirre, con su estilo particular ha sabido también levantar ampollas con sus lapsus nacionalistas. "Es una mala noticia para la Comunidad de Madrid que la sede de una empresa eléctrica, que es multinacional, y que es una de las grandes empresas españolas multinacionales, se traslade fuera del territorio nacional". Con estas palabras lamentó la presidenta en septiembre del 2005, que Endesa puediera ubicarse en Catalunya.

Un sentimiento nacional en el que siempre tuvo claro el papel del PP: "(Sin el PP), Catalunya acabaría hundida en un régimen nacionalista-socialista en el que se impondría el pensamiento único", predicó con sensibilidad durante un mitin mitin en Lleida en el 2008.

Azote verbal

Y es que pocos se han librado del azote verbal de Esperanza. "Están muy anticuados y tienen que cambiar, sino caerán como cayó el Muro de Berlín", dijo en mayo del 2012, en referencia a los sindicatos, en una entrevista en la COPE.

Ni se libraron los sindicatos ni tampoco los medios de comunicación. "¿Quién les ha dicho a ustedes que vengan?", preguntó este mes de septiembre a los periodistas de Telemadrid al presentarse en una visita a la zona afectada por el incendio de Robledo.

Pero estos son solo algunos de los ejemplos de la larga lista de desaciertos protagonizados por una Aguirre que, ya antes de ocupar el cargo como presidenta de la Comunidad, apuntaba maneras. Es difícil no recordar aquel "¿Santiago Segura? No se quien es", que entonó ante los micrófonos de la COPE, cuando era ministra de Educación y Cultura en el Gobierno de Aznar.