El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha estimado que el saldo vivo de las participaciones preferentes minoristas se reducirá un 75% tras la puesta en marcha de las medidas del Ejecutivo con el fin de dar salida a los inversores "atrapados" en este tipo de productos y garantizar que no se vuelvan a repetir casos similares.

"El Gobierno es plenamente consciente de la magnitud del problema, también del incorrecto proceder de las entidades financieras", ha afirmado Rajoy en respuesta a una pregunta formulada por el diputado del grupo parlamentario Mixto Alfred Bosch i Pascual sobre este tipo de productos.

Rajoy ha explicado que el saldo vivo de las preferentes de pequeños inversores ha caído en la actualidad un 60% como consecuencia de operaciones de canje o conversión de las participaciones preferentes en otros productos mucho más líquidos y menos complejos, bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Según el presidente del Gobierno, en la mayor parte de los casos, el canje ha sido por encima del valor del mercado y al 100% del valor nominal de las participaciones, a lo que se suman medidas para que se puedan cobrar los intereses.

Asimismo, Rajoy ha señalado que el Ejecutivo impulsará también medidas para mejorar la transparencia de los productos y el control de su comercialización, para lo que se ha creado una subcomisión en el Congreso de los Diputados, cuyas conclusiones se remitirán a la CNMV y al Banco de España.

Por su parte, Bosch i Pascual ha reprochado a Rajoy que la solución al problema de las preferentes no se percibe en la calle, ya que "no se juzga a los responsables de Bankia, sino que se rescata a los defraudadores".

"Hay muchas familias engañadas por las preferentes y los decretos que han hecho solo han abierto la puerta al canje de las preferentes por acciones, acciones que prácticamente son basura", ha señalado.

Durante su intervención, el presidente del Congreso, Jesús Posada, tuvo que llamar la atención a los diputados de ERC para que retiraran las pancartas que portaban en las que se podía leer: 'Bankia, devolved los ahorros'.