El expresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS) Carlos Dívar ha denunciado haber sido víctima de una campaña "cruel, burda, desproporcionada y con ensañamiento" perfectamente orquestada por una especie de mano negra a la que, sin embargo, no ha querido ponerle nombres. "Creo que es difícil pensar que una campaña de este tipo se ha podido dar por generación espontánea. No sé si ha sido una venganza, pero me he sentido dentro de una persecución", ha afirmado el magistrado, que presentó su dimisión el pasado jueves tras perder el apoyo de sus vocales por sus gastos a cuenta del consejo en 32 viajes privados.

En su primera entrevista tras renunciar a sus cargos, Dívar ha asegurado en la COPE que la "orquestación y dirección" ha sobrepasado todos los límites éticos. "Se han metido en mi vida privada y religiosa", ha lamentado el exjefe de los jueces, quien, pese a todo, ha dicho "estar en paz" y con la conciencia tranquila. "Una sola de las antiguas pesetas que pertenece a los caudales públicos tiene para mi carácter sagrado, más aún cuando hay gente con grandes dificultades", ha añadido.

Autocrítica

El presidente dimisionario ha reconocido haber cometido un error al tardar tanto en comparecer ante los medios de comunicación tras iniciarse la polémica, pero indicó que está acostumbrado a "sufrir con cierta alegría". "Me he sentido solo en algún momento, muy pocas personas se han puesto de mi lado, pero muchas personas por la calle me han saludo me han dicho que estaban rezando por mi, todo esto me ha reconfortado", ha concluido.

La dimisión de Dívar no se hará oficial hasta que se publique en el Boletín Oficial del Estado. A partir de ese momento, la presidencia del CGPJ será asumida de forma interina por el vicepresidente, Fernando de Rosa, mientras que el Supremo estará encabezado, también de forma temporal, por el magistrado Juan Antonio Xiol Ríos.