"Masocas", "raros" y "morbosos". Con estos epítetos se despachó ayer el exministro del Interior José Barrionuevo al hablar sobre las víctimas del terrrorismo que aceptan participar en encuentros con miembros de ETA arrepentidos. En declaraciones a la agencia Servimedia, Barrionuevo afirmó que las reuniones con presos etarras le parecen "algo morboso y sin utilidad" y añadió: "Son de esas cosas que pasan en este país; retorcidas, masocas...".

No se quedó ahí. El exministro, que fue condenado por el secuestro de Segundo Marey atribuido a los GAL, dijo compartir plenamente las tesis de Rubén Mugica, hijo del dirigente del PSE Fernando Múgica, asesinado por ETA, que pidió que no se "estigmatice" a las víctimas que no quieren encontrarse con los terroristas, y apuntó: "Los que sí quieren reunirse con los asesinos son un poco raros, pero los que no quieren me parecen los más normales del mundo".