Carmen Hernández, a la que ETA asesinó a su marido, el concejal del PP en Durango Jesús Mari Pedrosa, y Axun Lasa, a la que el GAL mató a su hermano, Joxean Lasa, fueron dos de las víctimas que ayer protagonizaron en San Sebastián un acto sin precedentes, que reunió a víctimas de ETA, del GAL, del Batallón Vasco Español (BVE) y de abusos policiales. Durante cinco años y con discreción, esas personas se han reunido y, haciendo autocrítica, han debatido sobre lo que pasó y sobre lo que esperan: "El derecho a la verdad, a la justicia y a la memoria". De su experiencia quieren hacer una "contribución positiva a favor de la convivencia" en el País Vasco.

Bautizada como Iniciativa Glencree porque fue en esa ciudad irlandesa donde se celebraron las dos primeras citas, la experiencia la puso en marcha la Oficina de Víctimas del Gobierno vasco. Las primeras 10 víctimas empezaron a trabajar con tres dinamizadores y tomaron las riendas del proceso. Al grupo se fueron sumando más víctimas, hasta llegar a la treintena que ayer dio a conocer un manifiesto que aportan a la nueva etapa política de Euskadi tras el fin de la violencia y con el que dan por finalizados sus encuentros.

Estas víctimas reclaman "el reconocimiento del daño causado y la asunción de responsabilidades por parte de todos los perpetradores de la violencia injustamente padecida por tantas personas". El grupo, en el que conviven experiencias y posiciones políticas dispares, recuerda que sus integrantes han logrado "romper barreras y tabús" para acercarse unos a otros "con respeto, superando el temor y los estereotipos, la frustración y la experiencia propia de dolor, y explorando bases para la convivencia". E invita a toda la sociedad a realizar "su propia revisión autocrítica del pasado con un compromiso ineludible con la verdad y la justicia".

PARTICIPANTES Además de las víctimas mencionadas, en las citas han participado Jaime Arrese, hijo del que fue alcalde de Elgoibar y dirigente de la UCD del mismo nombre; Fernando Garrido, hijo de Rafael Garrido, gobernador militar de Guipúzcoa al que ETA asesinó junto a su madre y uno de sus hermanos; Edurne Brouard, hija de Santiago Brouard, asesinado por el GAL; Iñaki Aguiriano, cuyos padres murieron tiroteados en un control policial en Vitoria, y víctimas directas, como el concejal socialista de Zarautz Patxi Elola. Ningún partido supo hasta ayer la existencia de la iniciativa.