La profunda divergencia entre Francia y Alemania sobre la eventual creación de eurobonos para rebajar el coste de la deuda pública de los países acosados por los mercados --como España e Italia-- marcó anoche el inicio de la cumbre europea sobre el crecimiento. El nuevo presidente francés, François Hollande, defendió la creación de los eurobonos, con el apoyo de Italia y Luxemburgo, pero chocó frontalmente con la cancillera alemana, Angela Merkel, mientras que España considera que se trata de una cuestión a medio plazo.

"Los eurobonos no contribuyen al crecimiento", afirmó taxativa Merkel nada más llegar a la cumbre. Alemania contó con el respaldo de Holanda, Finlandia y Austria, porque temen que los eurobonos encarezcan el bajo coste actual de su deuda y reduzcan el estímulo a sanear las cuentas públicas a aquellos países más presionados por los mercados. "Los tratados de la UE prohíben que se garantice mutuamente la deuda de otros estados, y eso también es válido para los eurobonos", remachó Merkel.

IMPRONTA HOLLANDE La cumbre europea, bajo el impulso de Hollande, dio los primeros pasos para diseñar una estrategia europea a favor del crecimiento, que había quedado hasta ahora sepultada en los planes europeos por la política de rigor a ultranza impuesta por Alemania y la Comisión Europea.

"Hay mucho que podemos hacer en favor del crecimiento y el empleo", dijo el presidente de la UE, Herman van Rompuy, aunque instó a los Veintisiete a "no descuidar la tarea de colocar los déficits y las deudas bajo control". "Tenemos la obligación de aumentar rápidamente las tasas de crecimiento", afirmó Hollande. "Es ahora mismo que hay que actuar para el crecimiento, porque, si no, no alcanzaremos los objetivos de reducción del déficit y se crearán dudas en los mercados", argumentó Hollande, reprochando que hasta ahora se había puesto el énfasis solo en el ajuste. Merkel subrayó que el crecimiento debía impulsarse básicamente a través de reformas, marcando una nueva divergencia con Hollande.

Las iniciativas para impulsar el crecimiento sobre las que trabajaban anoche los líderes europeos se centraban en potenciar la inversión, aprovechando los recursos del presupuesto europeo y la emisión de bonos europeos para financiar grandes proyectos de infraestructuras transeuropeas.

Los líderes europeos y el Banco Central Europeo (BCE) pidieron anoche al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "restaure con rapidez la confianza en el sector financiero y en la sostenibilidad de las finanzas públicas españolas", según indicaron a este diario fuentes diplomáticas. El retraso de España en sanear su sistema bancario, cuatro años después del inicio de la crisis financiera, y la aparición de nuevos déficits ocultos en las comunidades autónomas preocupa al BCE y a la UE, por su impacto negativo para el conjunto de la eurozona.

La frágil situación económica y financiera de España fue abordada en la cumbre europea avanzada la noche. Rajoy defendió las reformas y ajustes emprendidos por el Gobierno y reiteró su demanda al BCE de que facilite "financiación y liquidez" para sostener la deuda pública de los países que, como España, "están cumpliendo sus compromisos". El Gobierno confiaba en que, al concluir la cumbre informal, el presidente de la UE, Herman van Rompuy, recogiera en su resumen de la reunión un lla-