Alfredo Pérez Rubalcaba no está dispuesto a arrojar la toalla. Por segunda vez en cinco días --la primera fue el miércoles, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso--, el secretario general del PSOE tendió la mano a Mariano Rajoy para ayudar al Gobierno a sacar al país de la dura crisis económica en la que está inmerso. En una reunión con cargos socialistas de La Rioja, Rubalcaba anunció que hoy se pondrá en contacto con el presidente para proponerle fijar una "posición común" ante la Unión Europea (UE). Se da la circunstancia de que ambos viajarán a Bruselas el miércoles, donde se celebrará una cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE dedicada al crecimiento económico. Antes de la cumbre, está prevista "una reunión del Partido Popular Europeo y otra de los Socialistas Europeos, y sería muy bueno para España que el presidente y el líder de la oposición defendiéramos las mismas cosas", afirmó.

Esta predisposición al pacto mostrada por el líder socialista se enmarca en su estrategia de "oposición útil". Según explicó ante los socialistas riojanos, esta estrategia es la única válida en un momento como el actual, en el que el Ejecutivo, aseguró, "ha perdido la confianza dentro y fuera" de España con su política "caótica". "En cuatro meses de Gobierno todo está peor; todos los indicadores están peor", añadió Rubalcaba, que citó la destrucción de empleo, la recesión, el aumento del déficit y la pérdida de confianza.

CERRAZON CONSERVADORA Sin embargo, la oferta de los socialistas caerá con toda probabilidad en saco roto. El PP aduce todo tipo de excusas para evitar el contacto con el principal partido de la oposición: desde que el PSOE se niega a apoyar cualquier iniciativa del Gobierno a que están más preocupados por alentar protestas en la calle que por colaborar con el Ejecutivo.

El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, ya lo dejó claro ayer, cuando se negó a aceptar "lecciones" de los socialistas para salir de la crisis y dijo no entender la oferta de Rubalcaba, al que bautizó como "míster no" por su rechazo a todas la medidas del Gobierno.

Durante su acto en Logroño, el secretario general del PSOE no dejó escapar la ocasión para reprochar a Rajoy el déficit oculto que el viernes sacaron a la luz Madrid, la Comunidad Valenciana y Castilla y León. A su juicio, los nuevos datos no le permitirán ahora al Ejecutivo "engañar a los españoles" invocando la herencia del anterior jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Y aseguró que estas argucias de comunidades gobernadas por el PP no han hecho otra cosa que minar la credibilidad de la economía española.

A esto último se refirió la número dos socialista, Elena Valenciano, en su blog, donde denunció que de tanto intentar "sacudirse las pulgas", Rajoy ha conseguido que se vea a España como un país poco fiable.