Los gobiernos de Madrid y Vitoria están decididos a evitar rifirrafes públicos en todo lo que afecte a la gestión del fin de ETA. Esto es, la ruptura del pacto entre el PSE y el PP en Euskadi no va a quebrar la sintonía que ayer expresaron el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y el consejero Rodolfo Ares al clausurar el congreso sobre memoria y convivencia. Ambos defendieron el plan de reinserción de presos y el ministro advirtió al entorno de la banda, tan volcado ahora en todo lo que concierne al futuro de los reclusos, que la única receta posible es "la reinserción individual en el ámbito de la ley". También Ares quiso desengañar a los que esperan amnistías o indultos, porque "no los va a haber" y animó a los presos a que se "liberen de la tutela de ETA".