En su primera visita al País Vasco como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido el camino emprendido por el Ejecutivo de seguir haciendo reformas como única opción para salir de la crisis, a pesar de las protestas callejeras que han provocado y a las que ignoró sin hacer ni una sola referencia en su larga intervención. "Vamos a salir de la crisis si el Gobierno no se cansa de hacer reformas y el Gobierno no se va a cansar".

Rajoy ha seguido el mismo guión que ya utilizó hace dos domingos en la clausura del congreso del PP madrileño. Advertir que iba a intentar hablar claro, poner ejemplos muy sencillos de economía doméstica, y advertir, una vez más, que las reformas son el único camino, que se va a salir de la crisis, y que ahora se está haciendo lo que el anterior Gobierno no hizo en los últimos años.

Son tan escasas sus intervenciones públicas, que hoy a nadie le ha importado que su discurso de clausura fuera largo. Rajoy ha defendido la última reforma financiera aprobada el viernes por el Consejo de Ministros, como una buena solución definitiva tras años de "parches y soluciones parciales". Rajoy ha dicho que si se hubiera hecho hace cuatro años y no se hizo "tenemos que hacerlo ahora, tarde, mal y a rastas".

El presidente ha asegurado que con esta última reforma lo que se pretende es generar credibilidad, conseguir crédito y facilitar la inversión ante las dudas en los mercados internacionales que siguen generando la salud de los bancos y cajas españoles. Y ha hecho una llamada a todas las administraciones, especialmente a las comunidades autónomas, a las que ha advertido que no se va a consentir que no se cumplan los objetivos de déficit: "Tendrán que cumplir, y no estoy dispuesto a que nadie incumpla".

El presidente ha reconocido, una vez más, que el Ejecutivo ha tenido que tomar medidas que no quería, incluso que van en contra del programa electoral del Partido Popular, pero las ha defendido porque, ha dicho, "no hay más remedio". Y ha advertido que se seguirán tomando mientras sea necesario para salir de la crisis. En relación a la crisis sí ha dicho que era plenamente consciente de lo mal que lo están pasando millones de españoles por la situación económica, porque le envían cartas, muy sinceras, en las que algunos, incluso le proponen medidas.

Rajoy ha dedicado algunos minutos de su intervención a ETA. Ha reconocido que fue buena la noticia de que ETA anunció que abandonaba la lucha armada, pero ha insistido en que el Gobierno solo espera su disolución. Y que antes, durante y después de esa decisión, el Gobierno aplicará la ley. Nada más.

Y sobre política vasca, tras felicitar al flamante recién reelegido presidente, Antonio Basagoiti, con un 92% de votos de compromisarios, ha destacado la capacidad de los actuales dirigentes del PP vasco en tener un criterio propio. Y ha apoyado la decisión de Basagoiti de romper el pacto de gobierno con los socialistas vascos, una decisión que ha definido como "justa".