Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba coincidieron ayer en lugar y mensaje. Tanto el presidente del Gobierno como el líder del PSOE participaron en la campaña de Asturias, que junto a Andalucía celebra elecciones el próximo domingo. Ambos aludieron a la necesidad de un gobierno fiable para el Principado después de la corta experiencia de Francisco Alvarez-Cascos. El exsecretario general del PP, ahora en Foro Asturias, adelantó los comicios tras no poder aprobar los presupuestos. Ahora es el enemigo a batir por los dos partidos mayoritarios, que le atacan por el mismo flanco.

En Ribadesella, Rajoy ofreció "el comienzo de una nueva etapa que suponga la vuelta a la normalidad con un gobierno que gobierne, tome decisiones, adopte las reformas que precise y coja el toro por los cuernos, sin discutir con nadie, pues eso solo sirve para crear mal ambiente, que es justo lo que no se necesita". Respecto al Gobierno del Principado de Asturias, presidido por Alvarez-Cascos, pero sin mencionarle en ningún momento, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que se ha perdido un año, por lo que "urge gobernar y no hay más tiempo que perder".

Por todo ello, Rajoy ofreció "un gobierno que se entienda con el gobierno de la nación" y añadió que la región "no puede instalarse en el enfrentamiento, ni con los de dentro, ni entre ellos, ni con los de fuera, ni con el Gobierno de España".

Por su parte, Rubalcaba, en Gijón, durante un mitin con Felipe González --el expresidente ya le acompañó en las generales y le apoyó en su pugna con Carme Chacón--, sostuvo que Asturias necesita "un gobierno serio", que impulse y garantice el Estado social frente a los "líos de la derecha", en referencia a la escisión que supuso la marcha de Cascos del PP. El expresidente del Gobierno incidió en la tesis del líder socialista. "Lo peor que puede pasar en una crisis es que no haya gobierno. Y Asturias tiene desgobierno", señaló González.

CITA SEVILLANA Rajoy y Rubalcaba, este último con González de nuevo, volverán a coincidir hoy en Sevilla. Sin embargo, en esta ocasión, dado lo polarizada que se encuentra la campaña andaluza entre el PSOE y el PP, no habrá semejanzas en el mensaje de ambos.