Iñaki Urdangarín ha llegado a las 8.46 al edificio de los juzgados de Palma, donde hoy será interrogado. Ha cruzado en coche el cordón policial y después ha bajado para entrar a pie en los juzgados. Lo ha hecho con aspecto serio y demacrado y acompañado de su abogado Mario Pascual Vives. Antes de entrar en el edificio se ha parado ante los medios de comunicación, ante los que ha hecho una breve declaración. "Comparezco hoy para demostrar mi inocencia, mi honor y mi actividad profesional. Durante estos años he ejercido y tomado decisiones correctas y con total transparencia. Mi intención en el día de hoy es aclarar la verdad de los hechos y mi declaración ayudará a demostrarlo", ha asegurado.

El marido de la infanta Cristina tenía permiso del juez para acceder en coche a los juzgados, pero finalmente ha decidido entrar a pie como lo han hecho anteriormente los otros imputados en el caso.

El duque de Palma ha sido recibido por unos 200 manifestantes convocados por hasta cinco organizaciones. En las pancartas se podían leer proclamas contra la monarquía y contra el duque. "Cuidado la cartera que viene Urdangarín", "Fuera, fuera la corona española", se podían leer en dos de ellas. Un fuerte dispositivo policial ha acordonado la zona próxima al edificio judicial. Los abogados y los dos fiscales anticorrupción han ido entrando paulatinamente en los juzgados.

Desvío de fondos públicos

Urdandarín se enfrenta ahora a las preguntas del juez de Palma José Castro, por el presunto desvío de fondos públicos del Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro que recibió 5,8 millones de euros entre 2004 y 2007 del Gobierno balear de Jaume Matas y de distintas administraciones de la Comunidad Valenciana. El duque de Palma debe responder a las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción, las acusaciones y los abogados defensores del resto de los imputados.

El marido de la infanta Cristina entró en el 2003 como administrador de Nóos y al año siguiente pasó a ocupar el cargo de presidente. En ese momento era gerente de la institución su socio Diego Torres, quien pasó a dirigir el instituto cuando Urdangarín dejó su presidencia en el 2006. Según sostiene la fiscalía, el duque de Palma y Torres montaron un entramado de varias empresas, administradas por ellos mismos o sus familiares, para apropiarse de ese dinero, y además encargaron a un bufete barcelonés el traslado de parte de ese capital a paraísos fiscales. Además de los fondos púlicos, Nóos captó millones de euros procedentes de empresas privadas, incluidos clubes de fútbol, aerolíneas o la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).

La declaración de Urdangarín se produce después de dos sábados consecutivos de comparecencias en Palma de otros imputados en este caso, que comenzaron con la citación de Diego Torres, quien se negó a declarar pero se reservó su derecho a hacerlo voluntariamente después de la comparecencia de su exsocio. Miguel Tejeiro, que fue contable de entidades gestionadas por Urdangarín y Torres y secretario del Instituto Nóos, reconoció la creación de una sociedad para pagar menos impuestos en Belice, aunque insistió que se hizo de forma legal.