Cuatro días antes de su trascendental cita con el juez de Palma José Castro, Iñaki Urdangarín llegó a primera hora de la mañana de ayer a Madrid para preparar con sus abogados la declaración que realizará el sábado para responder a la acusación de malversación de fondos públicos y desvío de capitales que pesa sobre él. El letrado barcelonés Mario Pascual Vives, que ejerce como portavoz del equipo de la defensa, aseguró ayer que, tras su comparecencia en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, el yerno del Rey "dirá algo" a los medios de comunicación.

El abogado no especificó de qué manera se producirá el contacto de Urdangarín con los periodistas, pero señaló que su determinación en este sentido es clara. "Los atenderá, no les tendrá olvidados", apuntó. Lo más probable, en cualquier caso, es que el duque de Palma no haga declaraciones y se limite a emitir un comunicado (que, de producirse, sería el tercero desde que estalló el escándalo). Pascual Vives manifestó además que su cliente afronta la declaración con "coraje, tesón y sinceridad".

Urdangarín llegó al aeropuerto de Barajas en un vuelo de la compañía American Airlines procedente de Filadelfia. El yerno del Rey voló solo, aunque se espera que su esposa, la infanta Cristina, y sus cuatro hijos, que tienen vacaciones escolares esta semana, también viajen a España antes del sábado.

LOS REYES, EN BILBAO El caso Urdangarín estuvo ayer presente en las protestas que un centenar de manifestantes protagonizaron a la llegada de los Reyes a Bilbao, donde presidieron la inauguración de la Torre Iberdrola. Además de diversas consignas para exigir el cierre de la central nuclear de Garoña --ubicada en territorio burgalés, pero a pocos kilómetros de Euskadi--, los congregados, convocados por asociaciones sociales y medioambientales, sindicatos y partidos de la izquierda aberzale, corearon frases como "¡Urdangarín, a currar al Burger King!".