La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) formalizó ayer la expulsión de la carrera judicial de Baltasar Garzón después de que el Tribunal Supremo (TS) lo haya inhabilitado durante 11 años por haber autorizado la grabación de las conversaciones que los cabecillas del caso Gürtel mantenían en prisión con sus letrados. El extogado de la Audiencia Nacional anunció en un diario de la República Dominicana que, a partir de ahora, se dedicará a labores humanitarias y a educar a niños y jóvenes.

La decisión fue comunicada casi a la misma hora en la que el presidente del TS, Carlos Dívar, pronunciaba un discurso a favor de los jueces del alto tribunal en la toma de posesión de dos de ellos. "Doscientos años nos contemplan y contemplan nuestra competencia y sabiduría, aunque a veces haya algunas voces deslegitimadoras", dijo Dívar.

La reunión de la comisión permanente se adelantó un día y en ella se acordó expulsar de la carrera a Garzón "en cumplimiento de la sentencia" del TS. Por ello, desde ayer, este ha perdido su cargo y todos los honores aparejados a su condición de magistrado, no podrá trabajar en el poder judicial y dejará de percibir su salario y de cotizar en la Seguridad Social. El acuerdo será ratificado el jueves por el pleno del organismo, que previsiblemente acordará sacar a concurso su plaza en la Audiencia.

El ya exjuez declaró al dominicano Listín Diario que "el futuro no está escrito en ningún sitio" y reveló que, a partir de ahora, quiere potenciar una de sus facetas más desconocidas: las labores humanitarias. También anunció que tiene intención de dedicarse a la formación de menores. Y reiteró: "Mientras me queden fuerzas, voy a luchar por la justicia y la defensa de las víctimas". Ade- más, el Gobierno de Colombia confirmó la semana pasada que seguirá contando con Garzón para que lo asesore sobre el desmantelamiento de la guerrilla.

SEGUNDO FALLO El exmagistrado aún está a la espera de conocer el fallo del TS en el proceso por investigar los crímenes de la guerra civil y el franquismo. Garzón se enfrenta a 20 años más de inhabilitación por otro delito de prevaricación.