"El balance ha sido positivo, pero el sentido del deber nos impide vanagloriarnos", advirtió María Dolores de Cospedal en su discurso sobre el informe de gestión del partido. Nada más lejos de la realidad, pues en el resumen que ofreció la secretaria general del PP ante los compromisarios no paró de presumir de que su partido ha ido batiendo récords en las elecciones de los últimos años. Los datos la avalan. Y lo hacen de tal forma que ayer no tuvo reparos en jactarse del cambio que se está dando en una de las pocas autonomías que no están teñidas de azul. "No es fácil recorrer el camino popular en Cataluña", admitió, pero antes ya había lanzado otro de sus motivos de orgullo: "Somos un elemento esencial en el Parlamento catalán".

La concordia reinante entre los asistentes se fue acentuando a medida que la presidenta manchega les iba regalando los oídos. Y una vez finalizada la loa en favor de la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, con quien mantiene una excelente relación, la secretaria general habló de los triunfos del PP en las elecciones generales ("nunca una fuerza política de centroderecha tuvo tantos escaños en el Congreso y en el Senado"). A renglón seguido mencionó las municipales ("el mejor resultado que ningún partido ha obtenido"), y como broche de oro, alardeó de la gran cantidad de mujeres del PP que ocupan puestos de relevancia tanto en el partido como en gobiernos de todo tipo. "Nadie nos puede dar lecciones de igualdad", espetó.

También tuvo tiempo de criticar los personalismos. "Solo son útiles para quienes pretenden dividir. Nadie es más que nadie", dijo, tal vez en alusión a la madrileña Esperanza Aguirre y a otros miembros del ala dura que hicieron mucho menos apacible el congreso anterior. No obstante, la mayor contundencia de su intervención la guardó para atacar a ETA. "No habrá concesiones de ningún tipo para los que ayer mataban y extorsionaban. El Gobierno lo único que espera de ETA es que anuncie su disolución", aseguró.

En esa línea y más duro aún se ha mostrado siempre Jaime Mayor Oreja, portavoz del PP en el Parlamento Europeo. Este, en su intervención de ayer, aprovechó para reclamar que el PP asuma la "responsabilidad" de lograr "que España sea una nación cohesionada y unida". Por ello, instó a sus compañeros de partido y al Ejecutivo a trabajar por esa cohesión del país para enfrentarse a "los adversarios que no creen en España".

Mayor Oreja se mostró convencido de que ETA planteará un nuevo reto "en muy poco tiempo" a España con su "proyecto de ruptura" y ha insistido en la necesidad de contar con una amplia base social para afrontar ese desafío.