Iñaki Urdangarín y Diego Torres pagaban 60 euros al mes a jóvenes por no hacer nada, según nuevos testimonios incorporados al sumario del caso Palma Arena . "Me parecía un chollo que me ingresaran 60 euros mensuales por no hacer nada", relató un joven ante la Fiscalía Anticorrupción la semana pasada en Barcelona. Tenía entonces 16 años y su hermana apareció en su casa con un contrato de Nóos Consultoría, empresa participada por el duque de Palma y su entonces socio. Lo firmó y empezó a cobrar. El chollo le duró "tres o cuatro meses en el 2007". Nunca supo de qué se trataba ni tampoco le interesó preguntar.

Su hermana, que también se benefició del mismo trato, decla- ró que la propuesta le llegó de Ana Tejeiro, esposa de Torres, a quien conoció en la universidad. Tejeiro le hizo firmar el contrato en un bar y le dijo que tenía que hacer encuestas, pero la joven no recibió ningún formulario. "Nunca hice nada", explicó, salvo cobrar los 60 euros desde noviembre del 2003 hasta finales del 2007. Los investigadores sospechan que eran contratos ficticios para incrementar gastos y reducir beneficios y tributación. Otros testimonios revelaron la precariedad de los sueldos y los supuestos trabajos encomendados. "Hacía las encuestas en el barrio, sin ningún perfil concreto", declaró una señora de avanzada edad. Todos los empleados de las oficinas identificaron a Urdangarín y Torres como los jefes.

En la gestión del personal, el yerno del Rey reservó un papel curioso a su sobrino Jan Gui Urdangarín: pagar en efectivo y sin recibo a teletrabajadores que se limitaban a capturar información de internet. "Un mensajero llamado Jan me entregaba las instrucciones en mi domicilio, recogía las respuestas y me entregaba el dinero por el trabajo, unos 600 euros al mes", relató una ciudadana mexicana que trabajó de agosto a diciembre del 2010 buscando información en internet sobre responsabilidad social en Latinoamérica.

El contrato lo firmó con Aizoon, la empresa que Urdangarín comparte con la infanta Cristina. La mujer supo que trabajaba para el duque porque "las instrucciones venían firmadas por él". La asistenta personal de Urdangarín, Julieta Cuquerella, admitió que ese sistema era habitual. Su propia hermana también recibía instrucciones del yerno del Rey y la visita del sobrino de este para "cobrar el dinero en mano" por recopilar información de internet, según declaró ante el fiscal Pedro Horrach.

EN NEGRO El sobrino también hizo pagos con cargo a Aizoon del personal doméstico de los duques y de Cuquerella "para compensar la sobrecarga". Una empleada relató cómo, "en presencia de la infanta", Urdangarín le propuso trabajar en negro. Ella pidió un contrato para regularizar su situación en España y al final se lo firmaron.

El fiscal Horrach se desplazó ayer a Valencia para practicar una entrada y registro, con el propósito de encontrar nuevas pruebas del dinero presuntamente evadido por la trama. En la Comunidad Valenciana se rastrea la relación entre Nóos Consultoría y la Volvo Ocean Race, uno de los acontecimientos millonarios organizados por la Generalitat valenciana.