El juez Baltasar Garzón ocupa ya el banquillo de los acusados y escucha la retahíla de preguntas que le formula el sindicato ultraderechista Manos Limpias al que se ha negado a contestar al no reconocer su legitimidad como acusación popular.

Previamente, la sala ha informado que ha rechazado por mayoría las tres cuestiones previas planteadas por el letrado de Garzón, Gonzalo Martínez Fresneda, y a las que se sumó el fiscal.

Los jueces han admitido que el instructor de este caso en el alto tribunal, Luciano Varela, cometió excesos pero han rechazado que fueran suficientes para declarar nula su instrucción. El tribunal también sostiene que el escrito de acusación de Manos Limpias es suficiente para mantener la acusación de un delito de prevaricación contra Garzón por haber investigado los crímenes del franquismo.

Asimismo, los magistrados del alto tribunal han recuperado la llamada doctrina Atutxa que permite condenar a un imputado si solo es acusado por la acción popular y no por el fiscal, como ocurre en este caso. Esta doctrina está pendiente de ser estudiada por el Tribunal Constitucional que deba confirmarla o anularla.

Negativa a testigos de Garzón

Los jueces se han negado a que declaren como testigos expertos en derecho internacional, como había pedido Garzón para demostrar que su decisión de investigar los crímenes del franquismo respondía a acuerdos internacionales suscritos por España que le obligan a investigar delitos contra la Humanidad.

El solemne salón de plenos del Tribunal Supremo está ocupada por más de un centenar de víctimas del franquismo que han guardado un respetuoso silencio cuando Garzón despojado de su toga ha ocupado el banquillo de los acusados. en el exterior, un nutrido grupo de víctimas se ha concentrando y corean gritos de apoyo a favor del togado de la Audiencia Nacional.

El magistrado ha llegado al Tribunal Supremo unos minutos antes de su cita al tribunal fijado para las 10.30. El magistrado ha sido recibido con un sonoro aplauso por el numeroso público que este martes acude masivamente a la sesión.

Instrucción de Varela

El letrado de Garzón, Gonzalo Martínez Fresneda, pidió a los jueces que anularan la instrucción de Luciano Varela por haber vulnerado derechos fundamentales. El fiscal llegó a decir que Varela colaboró con el sindicato Manos Limpias al darle las instrucciones precisas para que reescribiera su escrito de acusación. También pidió que le aplicaran la llamada doctrina Botín que impide condenar a un imputado si solo es acusado por la acción popular y el fiscal no acusa, como ocurre en este caso.

Este juicio se celebra mientras otra sala del Supremo delibera sobre si condena o no al togado de la Audiencia por haber autorizado las escuchas en el caso Gürtel. Esta sentencia puede tardar algunas semanas.