El Tribunal Europeo de Derechos Humanos recibió 808 demandas contra España en 2011 -un 17 % más que el año anterior- de un total de 64.500 procedentes de los 47 Estados del Consejo de Europa, según las estadísticas presentadas hoy por el presidente de la Corte, Sir Nicolas Bratza.

El incremento medio del número de demandas contra esos Estados parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos superó ligeramente el 5 %, y estuvo liderado por aquellas sobre Rusia (12.465), Turquía (8.702) y Rumanía (5.207).

Además, la Sala del Tribunal que examina las demandas tiene pendientes 151.600 casos de todos los países, encabezados en este caso por Rusia (40.250), Turquía (15.950) e Italia (13.750), frente a las 891 relativas al Estado español.

Contra ese último país, el Tribunal de Estrasburgo falló el año pasado 12 sentencias, de las que en nueve se concluyó al menos una violación del citado Convenio, y en dos, ninguna. En la última sólo se abordó una reparación económica.

Entre las sentencias de violación destacaron las del exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi (injurias al Rey en una rueda de prensa), Martínez Martínez (ruidos causados por una discoteca de Cartagena) y Lizaso Azconobieta (un gobernador civil de Guipúzcoa que citó a un detenido como miembro de ETA).

En otras como la demanda sobre la actuación de España en la adquisición del cuadro "La condesa de Chinchón" de Goya, la Corte dio la razón al Estado al considerar que no violó el artículo relativo a la protección de la propiedad).

El presidente de la Corte precisó que de entre todas las sentencias recibidas desde sus países miembros, más de un 33 % hizo referencia en 2011 al artículo 6, sobre un juicio justo, mientras que un 15 % tuvo que ver con la prohibición de la tortura y los tratos inhumanos (artículo 3) y otro tanto a la protección de la propiedad (artículo 1).

El presidente de la Corte añadió que el filtro que ha supuesto la puesta en marcha del juez único -mecanismo del Protocolo nº 14 por el que un sólo un juez puede ver una demanda contra un Estado- ha permitido "un aumento espectacular" de las demandas examinadas, de más del 30 %.

Y un día antes de que el Tribunal celebre en Estrasburgo la solemne apertura de su año judicial, subrayó que la protección de los derechos humanos "es una responsabilidad común" de ese Tribunal y de los Estados parte, y aseguró que esos derechos "no son un lujo" y tienen que ser defendidos "con fuerza, coraje e independencia".