Los populares proclamaron ayer como objetivo básico la recuperación del concepto de "nación española" y el fijar un núcleo de competencias "indelegables" por parte del Estado. Así lo recoge la ponencia política que se aprobará en el congreso que el partido celebrará el próximo febrero en Sevilla.

"En el PP reafirmamos que la nación, sujeto máximo de la soberanía nacional, no es otra que la nación en que se fundamenta la Constitución y que expresa la voluntad de los ciudadanos", reza el documento. Toda una enmienda al concepto de nación catalana que consta en el preámbulo del Estatut. El PP critica, sin citarlo, a José Luis Rodríguez Zapatero cuando dijo que el concepto de nación era "discutido y discutible".

La declaración de intenciones de los populares no se queda en lo simbólico. La ponencia anuncia reformas políticas para "fijar un núcleo básico de competencias indelegables por el Estado". Pero va más allá, porque pretende que la Administración central determine las condiciones de igualdad de acceso a la educación, la sanidad y la atención social.

La ponencia popular también propone que el Congreso pueda aprobar reformas que requieran "un tratamiento común en el conjunto del Estado" así como "asegurar la utilización de las lenguas oficiales en la enseñanza" y la introducción del recurso previo de inconstitucionalidad en la tramitación de reformas de los estatutos.

Consultados al respecto, dirigentes de CiU y del Gobierno catalán no ocultaron su preocupación. Se trata, afirman, de "tambores de guerra" para reforzar el proyecto identitario español, en vistas de que la economía no ofrece motivos de orgullo.